Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 30 de diciembre de 2010

De Cómo Desmontar Herejías de los Testigos de Jehová Referentes al Cuerpo Resucitado de Jesús

Una de las doctrinas más absurdas heréticas curiosas de los testigos de Jehová es aquella que hace referencia a lo sucedido con el cuerpo de Jesús tras su resurrección.

En efecto, recordemos antes de nada, que Jesús -para la Atalaya- no es el Verbo de Dios encarnado, es decir, no es Dios, sino la primera criatura creada,
Jesús no es ni un hombre ni el Dios todopoderoso.
Más bien, es una poderosa criatura espiritual.
De ahí que sostengan que lo que hace Jesús tras su muerte, es volver a su estadio originario, es decir, la de un ser meramente espiritual.

Los argumentos que aportan para defender la resurrección espiritual, no corporal de Jesús son los siguientes,
Jesús no llevó su cuerpo humano al cielo para ser un hombre por toda la eternidad.
Si lo hubiera hecho, habría quedado aun más bajo que los ángeles....
La intención de Dios no era que Jesús sufriera la humillación de ser por siempre un hombre de carne y hueso.
No, y después que sacrificó su humanidad perfecta, Dios lo resucitó a una vida imperecedera como una criatura espiritual gloriosa
.
Ahora bien, qué fue del cuerpo de Jesús?

Fue destruído por Dios, de ahí que los apóstoles solo se encontraran, en el sepulcro, con la sábana que cubría al Señor,
...con su poder, Dios se deshizo del cuerpo humano que Jesucristo presentó de una vez y por todas como un sacrificio de rescate.
Lo trágico el asunto es que para defender la resurrección no corporal de Jesús, los testigos deben añadir herejía a la herejía con el fin de explicar aquellos pasajes en los que tras su muerte, el Señor se aparece a los apóstoles y come con ellos.

Con lo que la madeja se va liando cada vez más y más...

En esta ocasión el argumento empleado es el siguiente,
Los cuerpos en los cuales Jesús se manifestó a sus discípulos después de su regreso a la vida no era el cuerpo en el cual fue clavado al madero.
Se materializaban para la ocasión, y en una o dos ocasiones se asemejaron al cuerpo en que murió, pero en la mayoría de las ocasiones no eran reconocibles ni para sus discípulos más íntimos
.
Ahora bien, una vez expuestas las falsas doctrinas de los testigos, pasemos a refutarlas.

Cuando leemos y contrastamos una tras otra, las escenas en las que Jesús se aparece a los apóstoles, lo que claramente vemos es que la razón por la cual sus discípulos no le reconocen, no es porque el Señor apareciera con otro cuerpo, sino porque los ojos de los apóstoles estaban velados.

Tomaré la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras que emplean los testigos, pues es la única que tiene autoridad para ellos,
15 Ahora bien, mientras iban conversando y hablando, Jesús mismo se acercó y se puso a andar con ellos;

16 pero se impidió que los ojos de ellos lo reconocieran
.

Lucas 24
Si el cuerpo no era el mismo, qué necesidad había que se tuviera que impedir el poder reconocerle?

En efecto, solo se puede re-conocer algo conocido antes...

Veamos además cómo sigue la escena unos versículos más adelante,
30 Y estando reclinado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y empezó a dárselo.
31 Con esto, a ellos se les abrieron los ojos completamente y lo reconocieron; y él desapareció de ante ellos
.
Como vemos, la causa de la incapacidad de reconocer a Jesús que tuvieron los apóstoles no era porque el Señor apareciera con otro cuerpo, la causa radicaba en que sus ojos estaban velados.

Ahora bien, cuál es el versículo clave que desmonta definitivamente la mentira que afirma que Jesús no resucitó con su propio cuerpo?

Juan 2:21,
18 Por lo tanto, en respuesta, los judíos le dijeron: “¿Qué señal tienes para mostrarnos, ya que haces estas cosas?”.
19 En respuesta, Jesús les dijo: “Derriben este templo, y en tres días lo levantaré”.
20 Por eso dijeron los judíos: “Este templo fue edificado en cuarenta y seis años, ¿y tú en tres días lo levantarás?”.
21 Pero él hablaba acerca del templo de su cuerpo
.
Juan 2
Y punto.

Todo testigo honesto debe entender que en la contradicción no hay Verdad, y que Dios no se contradice, por tanto, aquí tiene un par de argumentos para desconfiar del material con que la Atalaya le adoctrina.

Mientras meditais en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.


sábado, 25 de diciembre de 2010

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto (2)

Cuando los inconversos pueden ver tan poca diferencia entre sus propias vidas y la de una persona que profesa el cristianismo pero que no mortifica sus pecados, entonces no ven ninguna necesidad de ser convertidos.
Ellos observan el celo religioso de dicha persona, pero también observan su impaciencia con aquellos con quienes no está de acuerdo.
Observan sus muchas inconsistencias.
Ven que en algunas cosas se separa del mundo, pero se fijan más en su egoísmo y su falta de esfuerzo para ayudar a otros.
Escuchan su conversación espiritual y sus reclamos de tener comunión con Dios; pero todo es contradicho por su conformidad a los caminos del mundo.
Escuchan su jactancia de que sus pecados han sido perdonados, pero también se fijan en su falla de no perdonar a otros.
Entonces, observando la pobre calidad de vida de tal persona, se endurecen en sus corazones contra el cristianismo y concluyen que sus vidas son tan buenas como las de cualquier "creyente".

John Owen, La Mortificación del Pecado
Exacto, los cristianos estamos llamados a predicar el Evangelio de palabra...

Y acto.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

De Romanos 5:18

Uno de los versículos que el arminianismo blande para defender la idea de que Cristo murió por toda la humanidad, es Romanos 5:18,
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Ahí lo tienes, Jesús murió por todos, dicen.

No, ahí tienes una mala exégesis, respondo.

En efecto, el punto de partida es siempre el mismo: contexto.

De qué nos está hablando Pablo en este pasaje?

De la relación entre Adán y Jesús, pues en realidad, el primero es una prefiguración del segundo.
14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Romanos 14
Bien, y cuál es la idea central de la carta a los Romanos?

De la justificación por fe de aquellos que estamos en Jesús.
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá
.
Romanos 1
No obstante, por qué de repente Pablo, en el capítulo quinto, nos menciona a Adán?

Bien, lo que Pablo nos dice es que el problema del ser humano no es solo su esclavitud al pecado, el problema es que está indivisiblemente conectado a Adán.

Fijémonos en las contínuas alusiones a esto en el contexto inmediato de Romanos 5:18,
15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.

16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.

17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos
.
Es lo que se conoce como el pecado original… todos los hombres somos pecadores porque todos estábamos en Adán.

Adán nos ayuda a entender el trabajo de Jesús, la justificación, la Buenanueva de que el trabajo de Jesús es lo único que puede remediar el mal que entró a través de Adán, y la idea de que la Iglesia de Dios está posicionalmente en Cristo.

Esto nos permite ver que la Gracia de la justificación por fe, no es solo para los contemporáneos de Jesús, es para toda persona, en cualquier lugar del mundo, en cualquier época, que se acerque al Señor por fe, pues todos los hombres somos descendientes de Adán.

Es decir, el problema no es que alguien peque mucho o poco, el problema para todo ser humano es que en Adán pecó, que en Adán fue juzgado, y que en Adán fue condenado a eterna separación de Dios.

A.A, Hodges nos explica esto:
Dado que, en la naturaleza misma del caso, una prueba justa no podría ser dada a cada nuevo miembro de la raza humana personalmente,
[...]
Dios, como guardián y para los mejores deseos de la raza, probó bajo las más favorables circunstancias, a todos los miembros en la persona de Adán, constituyendo a este como representante y sustituto personal de cada uno de sus descendientes naturales
.
Exacto.

Dios le dio a Adán verdadera libertad, capacidad de elegir entre el Bien (obediencia a Dios por Amor a Él), o el Mal (desconfianza de la Palabra de Dios y subsecuente desobediencia).

Y Adán acabó eligiendo el Mal.

La única manera de romper esto es mediante el Segundo Adán, el espiritual.
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, Espíritu que da vida.
1 Corintios 15
Pablo nos está hablando de justificación, de imputación, de lo que significa estar en Cristo…. de ahí que recurra a Adán, pues en Adán estaba toda la humanidad.
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
En efecto, todos los que están en Adán -es decir, toda la humanidad- son contados por pecadores, y todos los que están en Cristo son contados justos.

En Adán recibimos condenación…
19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,
En Jesús justificación.
…así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
De eso nos está hablando Pablo, eso sí, si sacamos el versiculito de contexto, hacemos que diga…

Lo que claramente no dice.

Mientras meditáis en todo esto, dad gracias a Dios por todo, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.


domingo, 12 de diciembre de 2010

De que el Purgatorio Demuestra que el Catolicismo No Cree en la Suficiencia del Sacrificio de Jesús... (2)

En la primera entrada di las razones por las cuales la idea del purgatorio contradice la suficiencia del sacrificio de Jesús, por tanto, en esta entrada procederé a explicar por qué uno de los pasajes con los que tradicionalmente se ha apoyado la idea del purgatorio no tiene base alguna.

Dicho pasaje aparece en 1 Corintios 3 versículo 15
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Es que Pablo en este versículo nos está diciendo que tras la muerte a los cristianos nos quedarán todavía pecados por purificar, o que tras la muerte tendremos que purificarnos de algún modo para alcanzar la santidad necesaria...?

Pues no, tal y como veremos en seguida en esta entrada.

Como siempre, antes de nada, contexto.

Lo primero que vemos es que el capítulo 3º de 1ª de Corintios gira alrededor de las divisiones existentes en la iglesia de Corinto,
3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?

5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.

6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.

7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento
.
Entre los corintios había divisiones doctrinales, de manera que unos decían que eran seguidores de Pablo y otros de Apolos, sin embargo, Pablo les dice que la Roca sobre la que todos hemos de asentarnos no es ni él ni ningún otro, lo es el Señor Jesucristo.

Con el fin de desechar estas divisiones, Pablo les hace ver a los corintios que todos los creyentes formamos parte del mismo cuerpo, y, al igual que hace en el primer capítulo de la epístola a los colosenses, enfatiza la absoluta centralidad de Jesús, y nuestra absoluta dependencia de él.
6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. .

7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
Dejad de mirarnos a nosotros, les dice Pablo, y poned la mirada en Cristo pues solo así vuestro trabajo dará fruto.

Esta antes mencionada centralidad y subordinación nuestra, se expresa primero en la imagen de la iglesia como un campo, y segundo en la de un edificio,
9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
El recurso a la imagen de un edificio es empleado por Pablo para dejar claro cuál es la piedra angular, y los peligros en los que podemos caer si no edificamos sobre la misma como Dios quiere.
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Conociendo a Pablo, esto es más una advertencia sobre los que decían seguirle a él, pues el mensaje que Pablo predicó toda su vida es, por encima de todo, Cristocéntrico.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
En efecto, su preocupación abarca tanto la base como el cómo se edifica sobre ella.

En los versículos siguientes -los que nos acercan al quinceavo, el mismo que el catolicismo emplea para defender su idea del purgatorio- Pablo nos da la razones por las que es importante el cómo edificamos sobre la Roca que es Jesús.

Aquello que edificamos -nuestro crecimiento espiritual y aplicación práctica en el día a día- debe estar firmemente sujeto a la base.
Fijaos cómo Pablo nos dice esto en los versículos que acabamos de leer,
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo
.
O sea, si lo que edificamos no tuviera relación directa con la base, Pablo jamás habría conectado ambos versículos del modo que lo hace.

Y por qué Pablo insiste tanto en esto?

Por la obviedad de que es Dios el único que puede hacer crecer el edificio de modo que dé fruto, y si no edificamos como el Señor quiere, daremos fruto malo.

Quitad a Cristo de la base corintios, y el edificio se derrumbará, advierte Pablo con preocupación.

Qué consecuencias tiene el edificar de modo que Dios no determina?

Pues que cuando el Señor nos juzgue, nuestra mala edificación se mostrará como es,
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,

13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará
.
Cuándo será manifiesta la obra de cada uno?

El Día del Juicio.

El fuego alude no a la purificación de los pecados, pues estos son pagados por Jesús, el fuego alude al Día en que la obra de cada uno se hará manifiesta.

En efecto, a esto se refería Jesús cuando hablaba del fuego en Lucas 12:49,
49 He venido a traer fuego a la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!
La referencia al fuego para aludir al Día del Juicio aparece en varias instancias en la Palabra,
7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
1 Pedro 1:7

10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

[...]

12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!

2 Pedro 3
Pablo les dice a los corintios, no os olvidéis de quién es la piedra angular, no os olvidéis que todo lo que hagais debe tener como base a Jesús pues si edificáis de modo que no esté de acuerdo a esto, si creéis que la base es otra, no pasará la prueba del Día del Juicio.

Al mismo tiempo, Pablo nos advierte que quien no edifique del modo que Dios quiere, perderá su recompensa,
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.

15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida
Esto es importante tenerlo claro pues es posible que en la Iglesia haya hermanos que tengan parte de la doctrina equivocada, que edifiquen sobre madera, heno u hojarasca, y que por consiguiente, pierdan parte de la recompensas tras el Juicio.

Por consiguiente, podemos interpretar la segunda parte del versículo 15, para justificar la idea del purgatorio?
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
No, solo forzando el texto para hacerle decir lo que no dice...

En efecto, no hay manera -una vez analizado el contexto y la intención de Pablo al escribir este tercer capítulo- en que alguien pueda interpretar que el apóstol en este versículo nos está hablando de una purificación de pecados tras la muerte...

Para qué?
Todos fueron pagados por Jesús en la cruz.

Lo que Pablo nos dice en el quinceavo versículo es que -a pesar de que cada uno será salvo por lo que ha hecho Cristo por el creyente- todos tenemos que tener cuidado con nuestra santificación, ya que si la descuidamos, perderemos muchas de las recompensas que tendríamos caso de haber empleado bien los dones y el conocimiento recibido.

Mientras meditais en todo esto, dad las gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


lunes, 6 de diciembre de 2010

De que el Purgatorio Demuestra que el Catolicismo No Cree en la Suficiencia del Sacrificio de Jesús... (1)

En un debate surgido a partir de una entrada sobre si el Espíritu Santo puede abandonar al creyente, un adscrito al catolicismo, citó Gálatas 5:4 como evidencia de que uno puede caer de la Gracia y perder subsecuentemente su Salvación...
4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Bien, pero eso no es eso lo que Pablo nos está diciendo en ese pasaje, tal y como veremos en seguida.


Antes de nada contexto.
Pablo dirige esta a carta a los convertidos en la provincia de Galacia, es decir, a aquellos convertidos por su labor ministerial.

No obstante, al poco de marchar, Pablo contempla desazonado cómo los gálatas se han desviado de la Verdad de su Evangelio.

Y en qué consiste esta desviación?

En introducir las obras como medio para ser salvo, es decir, en rechazar que uno es salvo por Gracia, no por obras.

El ejemplo perfecto de esto es una idea introducida por los judaizantes: la necesidad de la circuncisión.
1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.

3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la Gracia habéis caído
.
Pablo no está diciendo Ojo gálatas con lo que haceis porque si no obrais como es debido, el Espíritu os abandonará, lo que está diciendo es precisamente lo contrario de lo que defendía el susodicho católico, es decir, que si uno pone su confianza para ser salvo en esfuerzos humanos, se desliga de la Gracia que es en Cristo Jesús.

Desarrollemos un poco esto, y relacionémoslo con el dogma del purgatorio.

La inmensa mayoría de las religiones del mundo son constructos humanos que ponen en el centro al hombre, es decir, busca glorificar al hombre haciéndole partícipe de logros espirituales, ya sabes, acude a misa los domingos, ve a los estudios bíblicos, guarda el sábado... haz estas cosas hermano, y a diferencia de todos aquellos que no lo hacen, serás salvo.

Pero el cristianismo, hace como único responsable de la Salvación a Dios, no al hombre, y esto con el fin de eliminar todo rastro de orgullo en el ser humano.

Los primeros, los que creen que su obrar les sirve para ganar favores por parte de Dios, los que obran con el fin de acumular méritos delante del Señor, los que confían en sus esfuerzos humanos para estar a buenas con Dios, están según Pablo en la carne, mientras que los que, para ser salvos, confían exclusivamente en el trabajo redentor del Señor Jesús en la cruz, están en el Espíritu.

Cuando un católico confía en sus penitencias como modo de satisfacer una falta, demuestra que no confía en Dios, que en realidad no cree el Evangelio.

El susodicho cree que la confesión del pecado, el arrepentimiento genuino no es suficiente para recibir el perdón por parte de Dios, de ahí que sienta que hace falta algo más, de ahí que tenga que buscar algo que la sangre de Cristo no pudo limpiar, lo cual se da de bruces con la Palabra,
13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Tito 2
Es su falta de fe lo que le lleva a obrar y a cumplir mil y una penitencias, es su falta de fe lo que no le permite aceptar que la sangre de Cristo le haya limpiado de todo pecado, justo lo contrario que lo que el Señor nos repite una y otra vez en Su Palabra,
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22
En efecto, un ejemplo maravilloso de la falta de fe en la suficiencia del sacrificio de Jesús es el dogma del purgatorio, el cual es según el Catecismo,
Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1030.
En otras palabras, el sacrificio de Jesús estuvo genial pues nos ha salvado, pero ya sabes, la sangre de Jesús no fue suficiente para purificar a su Iglesia, de ahí que haga falta algo más...

Un católico cree que es salvo cuando es bautizado, y cree que finalmente podrá tener comunión con Dios si por un lado, limpia mediante sus obras (penitencias, oraciones, misas...) los pecados cometidos en vida, y si por el otro, limpia tras su muerte (en el purgatorio) las manchas que ni sus obras, ni el sacrificio de Jesús pudieron limpiar.

El catolicismo no cree que la Salvación -y todas las promesas que son en Jesús- sea una Gracia, no cree en la suficiencia del sacrificio de Jesús, de ahí que inunde de legalismos su doctrina.

Gracias a Dios, el cristiano que vive en el Espíritu, está limpio de todo pecado cuando pone su fe verdadera en el sacrificio de Jesús, observemos cómo la Palabra nos repite esto una y otra vez,
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

[...]

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Isaías 53

2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Juan 2

27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Hebreos 7

10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

Hebreos 10
Cuando uno lee sobre el purgatorio, lo primero que se pregunta es, qué pecado es aquel que Cristo no pudo limpiar? qué es aquello tan horrible que la sangre de Cristo no fue lo suficientemente válida como para cubrir?

Lo irónico del caso es que el purgatorio no purifica pecados graves sino pequeños, lo cual lo complica todo aún más.

La clave como siempre está en creer o no creer el Evangelio, y el Evangelio es esto: Que el Verbo de Dios se encarnó en un ser humano como nosotros, que llevó una vida sin pecado como hombre en el poder del Espíritu, que aceptó voluntariamente cargar sobre él nuestros pecados, y que resucitó como demostración que su sacrificio había sido aceptado.

Si crees esto de todo corazón, tus pecados te son perdonados, y ya eres libres para vivir por y para Dios.

En entradas posteriores demostraré por qué los pasajes que tradicionalmente se emplean para apoyar la doctrina del purgatorio no tienen base alguna.

Mientras tanto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


lunes, 29 de noviembre de 2010

De Problemas con la Definición Arminiana de Libre Albedrío y la Acción del Espíritu Santo.


Es común la acusación en contra del calvinismo de que éste presenta a los seres humanos como marionetas, y a Dios como causante de pecado.

La fuente de dicha acusación es la incomprensión de lo que significa Libre Albedrío.

En efecto, Libre Albedrío no significa la capacidad del ser humano de elegir entre el Bien o el Mal, significa la capacidad de todo indivíduo de seguir su propia voluntad.

Y ahí está el problema, pues la Palabra nos enseña que hasta que Dios no libera al ser humano de su esclavitud al pecado, este no puede ir a Dios.

Una vez liberado, el hombre se vuelve a Dios voluntariamente, de ahí que el hombre no sea una marioneta.

Así pues, si alguna vez, tras citar Porque es Dios quien produce en vosotros tanto el querer como el hacer para que se cumpla Su Buena Voluntad, te han acusado de presentar al hombre como un títere, manipulado por una voluntad ajena, en esta entrada encontrarás argumentos para refutar dicha acusación.

En efecto, en esta entrada voy a desarrollar por qué la postura arminiana es incapaz de explicar algunos pasajes que ejemplifican el versículo que acabo de citar, y lo haré demostrando que el hecho que Dios produzca en nosotros el querer y el hacer, no supone la anulación de nuestra voluntad.

'amos pa'llá!

Para este análisis tomaremos como ejemplo dos pasajes clave para entender el asunto que nos ocupa, es decir, la retirada de Jesús al desierto para ser tentado.

Así pues, por un lado tenemos,
1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.

2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.

Mateo 4
Y por el otro,
12 Y luego el Espíritu le impulsó al desierto.

13 Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían
.
La concepción arminiana de lo que significa la acción de Dios por el Espíritu sobre la voluntad humana es incapaz de explicar este pasaje sin entrar en contradicción con su antes mencionada acusación.

Cierto, en estos pasajes vemos cómo el Espíritu fue el causante de que Jesús se retirara al desierto.

Para describir la acción del Espíritu, los evangelistas utilizan los verbos llevar (aunque en algunas traducciones se emplea el verbo guiar), e impulsar.

En este punto deberíamos preguntar al que nos presenta como titiriteros, es que el Espíritu Santo forzó a Jesús a hacer algo que él no quería?

Es que no respetó su voluntad?

Nos están describiendo los evangelistas un pasaje en el que Dios Espíritu actúa cruelmente con Dios encarnado?

Si fuera así, [MODE IRONY ON] Jesús tuvo que pasar por una angustia terrible pues aunque él no quería ir al desierto a morirse de hambre, el Espíritu le obligó a marchar, sin importarle la violencia con la que vulneraba la libertad de Jesús de ir por ahí con la tripa llena [MODE IRONY OFF]...

Afortunadamente, no es el caso.

En efecto, todos y cada uno de los actos de Jesús iban orientados a hacer la Voluntad de Dios, por tanto, cómo explicar las palabras de los evangelistas?

Qué estaban diciendo cuando nos hablaban de que el Espíritu llevaba o impulsaba a Jesús a retirarse al desierto?

Bien, tanto Marcos como Mateo nos están hablando de la eficacia de la Gracia de Dios, y de la libertad de la voluntad humana trabajando juntas.

No una en contra de la otra, en incruento conflicto, sino juntas, a una.

Cómo era Jesús llevado/guiado e impulsado al desierto?

Bien, por un lado tenemos la atracción irresistible de Dios Espíritu, y por el otro la voluntad de Dios Hijo de ir al desierto.

La atracción del Espíritu juega el papel de Causa, mientras que el ir de Jesús, el papel de respuesta de su voluntad.

Así es como era Jesús guiado e impulsado al desierto.

Sin conflictos.

Sin cuerdas -que a modo de marioneta- sujetasen a Jesús a hacer lo que no quería.

Lo mismo nos pasa a nosotros, no es cierto?

El creyente es guiado por el Espíritu a apartarse del pecado... pues el mismo Espíritu le ha capacitado para querer apartarse del pecado.

El creyente -Espíritu Santo mediante- ha sufrido una transformación interior que le ha hecho ser nueva criatura.

Este cambio ha supuesto una liberación de su estado de esclavitud al pecado, lo cual se articula en un deseo voluntario, por parte del creyente, de hacer la Voluntad de Dios el resto de su vida.

En efecto, la filosofía humana insiste en que la voluntad es la que gobierna al hombre, mientras que la Palabra constata que es el corazón,
8 Este pueblo de labios me honra;
Mas su corazón está lejos de mí.

Mateo 15:8

21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,
Marcos 7

34 !!Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.

35 El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.

Mateo 12
El problema de base es que el corazón del hombre natural es carnal, enemigo de Dios.

Sin embargo, mediante la fe, Dios cumple la promesa de circuncidarlo del cuerpo pecaminoso,
6 Y circuncidará YHWH tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a YHWH tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Deuteronomio 30
Esta promesa la recibimos los de la fe de Jesús,
10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados
Colosenses 2

28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;

29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
Romanos 2
Pero dejemos el fascinante tema de la circuncisión del corazón para otra entrada y no nos desviemos del tema.

En efecto, decía que según la Palabra, el ser humano es gobernado no por su voluntad sino por su corazón pecaminoso.

G.S. Bishop nos describe esto en su análisis de Génesis 3:6,
"Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos", (Sentido-Percepción-Inteligencia);
"y tomó de su fruto, y comió" (Voluntad)
En efecto, la voluntad es la facultad de elegir, la causa inmediata de toda acción.

Tanto el concepto del Bien como el del Mal, deben estar presentes en la mente humana antes de optar por una u otra acción.

No obstante, la Palabra nos dice una y otra vez que hay algo que influencia toda elección humana: el pecado.
37 También el Padre que me envió ha dado testimonio de mí.
Nunca habéis oído su voz, ni habéis visto su aspecto,

38 ni tenéis su palabra morando en vosotros;
(Pecado en el hombre)

[...]

40 y no queréis venir a mí para que tengáis vida. (Voluntad actuando en consecuencia)
La voluntad humana está determinada por el pecado, de ahí que sea incapaz de ir a Dios, de hacer la Voluntad de Dios,
7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
Romanos 8
La voluntad humana no es decisoria.

No es causa, es efecto.

No es soberana, es esclava.

La capacidad de elegir en el hombre está determinada por influencias, cuyo efecto son las voliciones humanas, y en tanto que efecto, dicha capacidad es sierva, no señora.

Esta es la razón por la que no podemos predicar la absoluta libertad del ser humano pues estaríamos postulando un efecto incausado.

Ex nihili nihil fit, es decir, Nada puede producir Algo.

En resumen, sin la intervención de Dios, la voluntad humana solo puede elegir entre dos males, pues el fin de todas y cada una de sus acciones es ella misma, su propio ego.

El hombre es libre de hacer su voluntad, solo que esta voluntad es incapaz de ir a Dios, ya que está sometida al pecado.

Lo mismo pasa con los presos en un patio de prisión.

Por un rato pueden ir donde quieran del patio, pero nunca pueden sobrepasar sus muros.

Tiene libre albedrío un preso?

Sí.

Tiene libertad?

No.

Tenía libre albedrío Jesús?

Sí.

Tenía libertad?

También.

Era el corazón de Jesús esclavo de su pecado?

No.

Era guiado Jesús por el Espíritu al desierto?

Sí.

Era su voluntad ir al desierto?

Sí.

Tiene libre albedrío un incrédulo?

Sí.

Quiere ir a Dios y dejar su forma de vida?

No.

Ha quedado claro y puedo acabar esta entrada?

Sí.

Debería alargarla algo más?

Pa'qué?

Lo dejo aquí?

Por favor...


domingo, 14 de noviembre de 2010

De Por Qué Colosenses 1:24 No Es un Argumento Católico

Uno de los versículos que más repiten los católicos para defender la insuficiencia del sacrificio de Jesús en la cruz es Colosenses 1:24,
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Una lectura superficial de dicho versículo, hace que el católico encuentre justificación en sus sacramentos, no obstante, como demostraré en esta entrada con ayuda de Dios, dicho versículo no es nada más que una descontextualización más dentro del argumentario católico.

En efecto, porque lo primero que hemos de tener claro es que si Pablo está diciendo que el sacrificio de Jesús en la cruz no fue suficiente para redimir a su pueblo, y que hemos de obrar para alcanzar la Salvación...

Estamos ante un problema.

Por qué?
Porque la Biblia nos deja claro, por un lado, la absoluta suficiencia del sacrificio de Jesús en la cruz, y por el otro, que la Salvación es por Gracia, no por obras.

De ello he hablado en entradas anteriores.
Recomiendo una lectura de aquellas que se encuentran bajo las etiquetas de Efesios, las de la serie titulada De Cuáles Son los Errores del Catolicismo a la Hora de Definir qué Es la Justificación, y sobretodo la entrada titulada De Hebreos 10:14, ya Sabes, de que con Un Sacrificio Hizo Perfectos para Siempre a los que Está Santificando o, Nada de Penitencias, para entender por qué no puede ser que Pablo nos esté hablando de la necesidad de un contínuo obrar para completar la insuficiencia del sacrificio expiatorio de Jesús.

Por tanto, de que nos está hablando Pablo?

Como siempre, hemos de ir al contexto de la carta a los colosenses.

En efecto, el propósito de dicha carta es combatir la herejía de Colosas, una herejía que -entre otras cosas- sobrevaloraba a los ángeles, minusvalorando consecuentemente a Jesús, de ahí que uno de los objetivos de Pablo sea el de recalcar el papel preeminente de Jesús en el Plan de Dios.

No es irónico que sea precisamente de una carta a través de la cual Pablo quiere mostrar la absoluta supremacía de Cristo, de donde han tomado el catolicismo argumentos para defender la insuficiencia del sacrificio de Jesús?

Cierto, es irónico.
Y trágico.

Pero volvamos al tema.
Si leemos dicha carta, comprobamos de inmediato el propósito de Pablo a la hora de demostrar la absoluta supremacía de Jesús,
8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo.

9 Porque en él habita toda la plenitud de la Divinidad corporalmente,

10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad
.
Nada de adorar ángeles, dice Pablo, pues Dios los creó mediante Jesús, nada de insuficiencias, pues Jesús reconcilió el mundo mediante su sacrificio, el mundo es cristocéntrico, afirma Pablo una y otra vez a lo largo de esta epístola.

Así pues, de qué nos está hablando Pablo en 1:24?

De santificación, no de justificación, pues esta última es realizada exclusivamente por Dios.

Los cristianos somos justificados por Gracia mediante la fe, no por nuestras obras, pues Dios planeó que fuera así para garantizar la promesa a los de la fe.

Es decir, en nuestra justificación, el obrar no tiene papel alguno, no obstante, en nuestra santifcación, el obrar tiene un papel fundamental.

La santificación es el proceso que se desarrolla a lo largo de la vida del creyente mediante el cual, el Espíritu Santo que mora en él, va moldeando su carácter a imagen de Cristo.
29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Romanos 8
En la santificación, es necesario obrar y -con la ayuda de Dios que mora en nosotros- vencer las tentaciones, despojarnos de los viejos ropajes de nuestra pasada naturaleza, y avanzar en el conocimiento de nuestro Creador.

Es el Espíritu Santo que mora en nosotros el que produce en nosotros tanto el querer como el hacer, pues es la garantía de nuestra redención final, de nuestra Salvación,
6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
Ahá, todavía no he contestado a la pregunta de qué nos está hablando Pablo.

Pablo nos está hablando de su propia santificación.

Leamos de nuevo el versículo, y enmarquémoslo en el contexto,
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Pablo les está diciendo, todas mis luchas, todos mis sufrimientos, en realidad me producen alegría (Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros), pues son necesarios para dar fruto.
16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.
2 Corintios 4
Este fruto es el abandono de la vieja naturaleza que me tenía esclavizado, es el moldeamiento de mi carácter a imagen de Jesús (y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo), es decir, completo en mí aquello que me falta para ser imagen de Jesús.

Como hemos visto en la cita de Romanos 8:29, los cristianos estamos llamados a ser imagen de Jesús,
19 Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Gálatas 4

10 a fin de conocerle, (A Jesús) y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
Filipenses 3
Esta idea -el llamado a perseverar hasta ser imagen de Jesús por medio del Espíritu Santo- es corroborado unos pocos versículos más adelante cuando dice,
26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos,

27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,


[...]

29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
En efecto, Pablo nos está hablando de su ministerio para con los gentiles, anunciar a Jesús morando en los creyentes.

Y de qué manera lleva adelante Pablo dicho ministerio?

Mediante el poder de Cristo -el Espíritu Santo- en él.

Esto -la recepción del Espíritu Santo en el pueblo de Dios- es descrito por Pablo como un misterio, un mysterion, lo cual es una palabra que describe a todo designio de Dios que hasta el momento había sido mantenido oculto por Dios, pero que es revelado en este tiempo.

El contexto inmediato no nos habla de Justificación, nos habla de santificación, de cómo obra Pablo su ministerio, del Espíritu Santo que mora en todo creyente, y de la transformación que este misterio -Cristo en nosotros- produce en todo cristiano.

En el capítulo tercero de esta misma carta, Pablo repite todo lo que hemos visto, fijaos:
5 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;

[...]

7 en las cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca.

9 No os mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos,
Pablo les dice, aquello ya ha pasado, sois salvos e hijos de Dios, por tanto, actuad en consecuencia, es decir, no haced y haced para ser salvos, sino, ya que sois salvos, actuad en consecuencia pues ahora Dios -mediante Su Espíritu- os ha capacitado para ello.

Sois nuevas criaturas y las nuevas criaturas actúan en consecuencia, y andan como Jesús anduvo
10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno,.
Colosenses 3
De ahí que Pablo les deje claro a los colosenses que es Dios que mora en ellos, quien les está transformando
10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios;

11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad;
En resumen, Pablo no nos está hablando en Colosenses 1:24 que él deba sufrir para completar el insuficiente sacricio de Jesús, no nos está diciendo que él debía obrar para ser salvo, lo que simplemente nos está diciendo es que a través de los sufrimientos que le causan el tener que llevar el Evangelio por el mundo, él va moldeando su carácter a imagen de su Creador, es decir, va santificándose.

Mientras meditais en todo ello, dad gracias a Dios Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


viernes, 5 de noviembre de 2010

De que Cristo Es nuestro Reposo, por tanto, Nada de Guardar el Sábado...


Hace poco, navegando por la blogosphera... naufragué en un blog adventista.

Como no podía ser de otro modo, se debatió sobre el sábado.

En esta entrada explicaré brevemente por qué los cristianos no debemos observar no solo el sábado, si no ningún día de reposo.

Empecemos.

La primera vez que aparece la palabra Shabbath -reposo- en la Biblia es en Génesis 2:2,
2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
Lo primero que le viene a uno a la cabeza es, por qué un ser Omnipotente, Todopoderoso tendría que reposar, acaso estaba cansado Dios?

En absoluto, Dios nos dejó esta frase por algo muy sencillo que veremos en esta entrada.

Sigamos.

La necesidad de observar el Sábado no apareció en la Palabra hasta que que Dios entregó la Ley a Moisés.

En efecto, durante seis días a la semana los judíos podían trabajar, dejando el séptimo como reposo,
11 Porque en seis días hizo YHWH los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, YHWH bendijo el día de reposo y lo santificó.
Éxodo 20
Cuando los adventistas defienden que Dios santificó el sábado desde la creación, lo hacen malinterpretando este versículo.

En dicho versículo no leemos que Dios estableció la observancia sabática desde la creación, pues antes de Moisés, no hay ni un solo versículo que nos indique que alguien guardara el sábado en toda la Biblia.

Lo que dice el versículo en cuestión es que Dios santificó el día de reposo.

Qué dia de reposo? se tiene que preguntar uno.

El día de reposo por el que fue creado el mundo... esto lo veremos en seguida.

Sigamos.

La Ley mosaica obligaba a los judíos a obrar contínuamente para conseguir su Salvación, cierto?

Los israelitas debían cumplir los 613 mitzvots -leyes- para ser aceptables a Dios, una tarea hercúlea que la naturaleza pecadora del ser humano hacía imposible.

De este modo, la misma Ley que les obligaba a cumplir toda esa suerte de reglamentaciones, establecía que los israelitas debían ofrecer sacrificios contínuamente por sus pecados.

Y digo contínuamente porque dichos sacrificios no podían borrar sus pecados...
1 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.

2 De otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.

3 Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;

4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados
.
Hebreos 1
Es decir, la Ley fue entregada no para traer Salvación, sino para evidenciar el pecado, la debilidad de la carne y la necesidad de un Salvador.
20 En lo que atañe a la ley, ésta intervino para que aumentara la transgresión. Pero allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia
Romanos 5

4 De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.
Romanos 10

19 Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios.

20 Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la ley; más bien, mediante la ley cobramos conciencia del pecado.

Romanos 3

19 Entonces, ¿para qué sirve la ley?
Fue añadida a causa de las transgresiones, hasta que viniese la simiente a quien fue hecha la promesa; y fue ordenada por medio de ángeles en mano de un mediador.
Gálatas 3
La Ley, los rituales, la necesidad de obrar y obrar incesantemente para ser aceptable a Dios tenía el fin de mostrar la imposibilidad de conseguir la Salvación por obras, y mostrar que el único modo era apelando a la Misericordia de Dios.
26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.

Marcos 10

Cómo afecta esto al sábado?

De un modo absoluto.

La clave está en el 4º capítulo de la epístola a los Hebreos tal y como veremos más adelante.

Sin embargo, no olvidemos que los primeros capítulos de la susodicha han servido para que el autor establezca la absoluta autoridad de Jesús sobre los ángeles, para presentar la figura de Jesús como nuestro Sumo Sacerdote.

De este modo, el autor nos insta a que no endurezcamos nuestros corazones ante Jesús, para que nuestro fin no sea el mismo que el de los hebreos que endurecieron el suyo en el desierto.

En otras palabras, lo que nos dice es que pongamos nuestra fe en Jesús pues como vemos los israelitas murieron en el desierto por su falta de fe.
7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo:
Si oyereis hoy su voz,

8 No endurezcáis vuestros corazones,
Como en la provocación, en el día de la tentación en el desierto,

9 Donde me tentaron vuestros padres; me probaron,
Y vieron mis obras cuarenta años.

10 A causa de lo cual me disgusté contra esa generación,
Y dije: Siempre andan vagando en su corazón,
Y no han conocido mis caminos.

11 Por tanto, juré en mi ira:
No entrarán en mi reposo.

12 Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;

Hebreos 3
La advertencia es clara, poned vuestra fe en la Buena Nueva, no sea que os pase como a vuestros antepasados.
17 ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?

18 ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?

19 Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.

Hebreos 3
Ahora bien, qué tiene que ver esto con el reposo y el sábado...?

Como dije la solución está en el capítulo 4º, pero sin una introducción aclaratoria no podría entenderse en su totalidad.

Leamos qué nos dice dicho capítulo,
1 Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado.

2 Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron.

3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo:

Por tanto, juré en mi ira,
No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo.

4 Porque en cierto lugar dijo así del séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.

5 Y otra vez aquí: No entrarán en mi reposo.

6 Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia.

8 Porque si Josué les hubiera dado el reposo no hablaría después de otro día.

9 Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

10 Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas.

11 Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia
.
No es evidente ahora el por qué Jesús dijo que era el Señor del Sábado?

Cuál era el reposo que quedaba para el pueblo de Dios?

El Cristo, el Mesías.
28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

Mateo 11
Los que creemos en Jesús, reposamos de nuestras obras de justificación pues somos salvos por Gracia, no por obras.
8 Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;

9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Efesios 2
No hemos de obrar y obrar para ser aceptables a Dios, obramos y obramos pues hemos sido llamados a buenas obras.
10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Efesios 2
Nuestras obras no son de justificación, son producto del amor hacia Aquel que nos amó y dio su vida por nosotros.
20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Gálatas 2
En resumen, la Ley no fue entregada para poder cumplirse si no para manifestar el pecado en el ser humano.

Al mismo tiempo, el Sábado -la necesidad de la observancia sabática- anunciaba la necesidad de un redentor, de un Salvador que diera reposo a Su pueblo, anunciaba la Gracia de Dios, el reposo de las obras de justificación del pueblo de Dios, reposo concedido por la Gracia de Dios.

El Plan de Salvación de Dios se forjó desde antes de la fundación del mundo, y se hizo para glorificar Su Gracia, de ahí que Dios santificara el Shabath en el Principio.

Mientras meditais en todo ello, dad gracias a Dios Padre en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.


miércoles, 20 de octubre de 2010

De que en la Predestinación Dios Es Parcial... pero No Injusto

Cuando el arminiano critica la doctrina de la predestinación en base a que es injusta para el no escogido, demuestra que no la comprende y además tira piedras contra su propio tejado.

En efecto, defender que Dios es injusto al escogerte a ti y no a mí, es lo mismo que decir que Dios fue injusto cuando escogió a Abram y no a Harán, o a Jacob y no a Esaú o a Israel y no a Egipto.

Qué aprendemos cuando vemos que Dios elige a unos y no a otros?


Que Dios es parcial.

No obstante, esto no implica injusticia ni tampoco significa que Dios haga acepción de personas como veremos en esta entrada.

En efecto, para entender bien la doctrina de la predestinación, simplemente hay que tener claro cuál es el punto de partida.

Porque si se cree que todos los hombres merecen el perdón de sus pecados, la Salvación, ser adoptados por Dios y recibir vida eterna en comunión con Él por toda la eternidad, pero tras escudriñar las Escrituras uno se da cuenta que Dios les arrebata sus derechos innatos y lanza a la mayoría al infierno...

Dios aparece perverso y malote como pocos.

Pero cuando se tiene claro que no hay nada que pueda hacer el ser humano que le amerite ser salvo, no hay nada que pueda ofrecer para que se le perdonen todos sus pecados, ni para ser adoptado por Dios y recibir vida eterna en comunión con Él por toda la eternidad, cuando se tiene claro que todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios, cuando se comprende que Dios no está obligado a dar Gracia a ningún hombre pues lo que en realidad merece es condenación, cuando comprende que lo Justo es que cada uno sea juzgado de acuerdo a sus obras pues todo ser humano es responsable de sus actos...

Entonces y solo entonces, uno entiende por qué Dios nos dice que somos salvos por Gracia, no por obras, solo entonces entendemos qué es la Misericordia de Dios y finalmente entendemos las palabras de pablo,
13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios?
En ninguna manera.

15 Pues a Moisés dice: Tendré Misericordia del que yo tenga Misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.

16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene Misericordia.

Romanos 9
La humanidad no es una gran nación que merece ser tratada de igual manera de modo que si uno fuera salvo, el de al lado mereciera ser igualmente salvo, la humanidad -desde la entrada del pecado en el mundo- está formada por un marabunta de criminales condenados por un juez Justo.

No hay uno justo nos dice Pablo, y solo comprendiendo que todo ser humano está condenado, se valora en su justa medida la Misericordia de Dios.

En efecto, la Salvación, todas las promesas que son en Jesús solo pueden ser recibidas por la Misericordia de Dios, pues todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios, lo cual imposibilita a ningún ser humano a conseguir la Salvación.

De esta misma imposibilidad nos hablaba el Señor Jesús en el siguiente pasaje,
26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
Marcos 10
John Warburton ofrece una ilustración genial para demostrar que Dios no es injusto cuando escoge a unos y deja a otros.

Warburton supone el caso de una dama que va a un orfelinato y -de entre cientos de niños- escoge a uno, le adopta para hacerle heredero de todo...

Y deja a los demás.

Habría podido escoger a otros, ya que disponía de los medios, pero escogió solo a uno. dice, ¿Dirá usted que la mujer es injusta, o parcial, o quizá mala por haber escogido en el ejercicio de su indiscutible derecho y privilegio a ese niño únicamente, para que disfrutase de las comodidades de su hogar y para que fuese heredero de sus posesiones, dejando a todos los demás, posiblemente a perecer en necesidad, o a hundirse en la miserable condición de niño de la calle?

Ciertamente no, no había nada que obligara a la damisela en cuestión a tener que adoptar a un niño, o a dos, o a todos...

Warburton prosigue, ¿Ha oído usted alguna vez a alguien acusar de injusticia o de maldad a quien ha procedido de esta manera? ¿No se consideran mas bien encomiables dichas acciones, y al hablar de ellas hablan en los más altos términos del amor, la piedad y la compasión de las personas que así proceden?

Sin duda alguna sí...

Ahora bien, ¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué no objetan que fue injusto que no escogieran a uno en particular, y no a otros, o a todos?
La razón es esta: porque los hombres saben -como también nosotros sabemos- que todos esos niños estaban exactamente en la misma condición y que ninguno de ellos tenía el más mínimo derecho sobre la persona cuya voluntad y placer fue adoptar a uno como suyo propio...
¿Ve usted alguna diferencia entre la dama y este acto de Dios?


No hay nada, absolutamente nada que amerite a un ser humano a recibir todas las promesas que son en Jesús.
No hay nada que le haga a alguien merecedor de ser adoptado por Dios, de recibir vida eterna, de ser perdonado por sus pecados, nada, ni penitencias, ni oraciones, ni nada...
No hay nada que obligue a Dios a tener que dar vida eterna, adoptarla y estar en comunión con ella, a toda criatura que el Señor tenga a bien crear.

Nada.

De ahí que Dios sea Misericordioso cuando -por Gracia, es decir, no por nada que nosotros hayamos hecho- nos ofrece las promesas que son en Jesús.

Sigamos con Warburton.

Los niños en el orfelinato no tenían derecho alguno sobre la dama.
Ni tampoco tenían derecho sobre Dios los hombres caídos, y la elección de Dios, justamente por ser libre e inmerecida, fue justa y correcta.

Y esta libre e inmerecida elección de antemano por parte de Dios a la luz de la ruina que el hombre trajo sobre sí mismo, es todo lo que la doctrina calvinista de la predestinación significa.


Exacto una vez se tiene en mente que no hay nada que obligue a Dios a tener que entregar todas las promesas que recibimos en Jesús, se comprende mejor el título de la entrada.

En efecto, es cierto que Dios es parcial, que escoge a Israel y no a la India, a Abraham sobre Harán, a David sobre Eliab, pero sin ejercer injusticia pues tan justo es salvar a Pablo -que nada merece- como a los tipos que apedrearon a Esteban -pues mientras los segundos le asesinaban, el primero aprobaba dicha acción-.

Por eso decimos que Dios es parcial pero no injusto, pues tan justo es escogerte a ti como no hacerlo y tratarte como mereces... pues Dios creó el mundo para manifestar Sus atributos.

Exacto, primero tenemos el de la Justicia.

El señor creó a los seres humanos, le dio la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, les hizo responsables de sus actos, y les juzgará a cada uno con Justicia.

Es lo más Justo, cierto?
Nadie obliga al marido adúltero a engañar a su esposa, ni al violador a violar a su víctima.

Es su libertad, su responsabilidad elegir hacer el bien o el mal.

De ahí que leamos que Pablo nos dice que
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,

15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,

16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Romanos 2
Cuando una persona que jamás ha escuchado las Buenas Nuevas de Dios, decide de modo natural -no por ninguna fuerza externa- apartarse de todo mal, ayudar a los necesitados, no abusar de su posición, etc... demuestra la Ley natural, la Ley moral que Dios ha impreso en todos los seres humanos.

Exacto, sabemos que todo el mundo sabe qué está Bien por la sencilla razón de que cuando es objeto de un Mal, lo reconoce como tal.

Es decir, todo el mundo sabe que no hay que aprovecharse del débil, porque cuando uno sufre abusos por parte de alguien más fuerte, percibe claramente la injusticia de dicha acción.

Por tanto, todos y cada uno de los seres humanos glorificará -resaltará- la Justicia de Dios el Día del Juicio.

Pero la Gracia, la Misericordia, es también parte del carácter de Dios, por tanto, cómo manifiesta Dios Su Gracia, Su Misericordia?

A través de los que somos salvos por Jesús.

En efecto, en realidad, todo el Plan de Salvación tiene un fin, y este es glorificar la Gracia de Dios,
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su Voluntad,

6 para alabanza de la gloria de su Gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,

7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su Gracia
,
Dios nos adoptó para alabanza de la gloria de Su Gracia, de ahí que debamos predicar el Evangelio como la manifestación de la Gracia de Dios, ya sabes, Porque por Gracia sois salvos mediante la fe, no por obras, para que nadie se gloríe.

Como he dicho antes, Dios creó el mundo para manifestar Su carácter.

Mediante los redimidos por Jesús manifestará Su Gracia.
Mediante el resto Su Justicia.

De ahí que digamos que el ser humano fue creado para glorificar a Dios, pues mientras unos glorificarán Su Gracia, otros glorificarán Su Justicia.

Por todo lo escrito en esta entrada es por lo que entendemos que Dios es parcial pero no injusto, pues lo más justo es darle a cada uno lo que merece.

Pero ojo, no querría que esta última frase se prestara a equívocos, Dios nos da Gracia sin dejar de observar Su Justicia, pues el castigo que merece nuestro pecado cae sobre el Señor Jesús, tal como predica el Evangelio.

Mientras meditais en todo esto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


jueves, 14 de octubre de 2010

De Citas de Esas que Relees de Tanto en Tanto... (1)

Dado que, en la naturaleza misma del caso, una prueba justa no podría ser dada a cada nuevo miembro de la raza humana personalmente, [...] Dios, como guardián y para los mejores deseos de la raza, probó bajo las más favorables circunstancias, a todos los miembros en la persona de Adán, constituyendo a este como representante y sustituto personal de cada uno de sus descendientes naturales.

Dios estableció con él un pacto de obras y de vida, es decir, le dio una promesa de vida eterna para él y para aquellos a quienes representaba, a condición de obediencia perfecta, es decir, por obras.
[...] La recompensa prometida era la vida eterna, una Gracia que habría de incluir mucho más de lo que originariamente le había sido conferido a Adán en su creación, la dádiva de la cual hubiese elevado a la raza a una condición de irrevocable santidad y felicidad eterna.

El castigo con el que se le amenzó y al que luego se le sometió fue la muerte
"El día que de él comieres ciertamente morirás".
La naturaleza de dicha muerte puede determinarse solo considerando todo lo que quedaba envuelto en la maldición al que se le sometió.
Esta maldición incluyó el retiro inmediato del favor divino y de la comunión espiritual con Dios, el sentido de culpa, la corrupción de la naturaleza, las consecuentes transgresiones actuales, los sufrimientos en vida, la disolución del cuerpo, los dolores del infierno..
.

A. A. Hodges

Genial...

miércoles, 29 de septiembre de 2010

De Romanos 2:25-29 (2)


La entrada anterior la concluí hablando de la circuncisión del corazón la cual es no en letra si no en Espíritu.

Qué significa esto?

Que los judíos habían experimentado la Ley a nivel externo (en letra), pero no a nivel interno (en Espíritu).

Y esto no salva a nadie pues uno solo puede cumplir la Ley estando en Cristo, es decir, poniendo su fe en el trabajo de Jesús.

En efecto, solo entonces a uno se le imputa la justicia -la vida sin pecado de perfecta observancia de la Ley- que Jesús trabajó toda su vida.

Dios ya nos prometió el cumplimiento de la Ley cuando profetizó el envío de Su Espíritu,
19 Y les daré un corazón, y un Espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en medio de su carne, y les daré un corazón de carne,

20 para que anden en mis ordenanzas, y guarden mis decretos y los cumplan, y me sean por pueblo, y les sea Yo a ellos por Dios, y ellos a Mí por pueblo.

Ezekiel 11:19-20
De este modo cuando leemos en Romanos 2:26,
26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Hemos de tener el mente al cristiano gentil que ha recibido el Espíritu y ha dejado de ver a la Ley como la letra que mata...

Es decir poder cumplir la Ley es otro de los dones del Espíritu.

Cumplir los requisitos de la Ley es confiar en la Gracia de Dios y vivir de modo que se evidencie dicha confianza mediante el poder interno del Espíritu Santo del Señor.

Esto es lo que nos dice Pablo en Romanos 8:3-4,
3 Porque lo que era imposible para la Ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;

4 para que la justicia de la Ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Ahá.

Jesús cumplió la Ley por nosotros y ahora está en nosotros para que podamos cumplir la Ley en él por el Espíritu.

Por tanto, lo que Romanos 2:26 nos está diciendo es que a pesar de ser gentiles no circuncisos, cuando ponemos nuestra fe en Jesús, cumplimos la Ley y somos contados por Dios como verdaderos judíos observantes de la Ley.

Sin mancha.

Sin pecado.

Perfectos porque estamos en aquel que la cumplió por nosotros.

Jesús.

Y la evidencia de dicho cumplimiento es el Espíritu que mora en nosotros el cual nos capacita el cumplir la Ley moral de Dios día tras día para mayor Gloria de Dios.

En efecto, Romanos 2:26 nos dice justo lo mismo que leemos en 1 Corintios 7:19,
19 La circuncisión nada es, y la incircuncisión nada es, sino el guardar los mandamientos de Dios.
Y que los gentiles formamos parte de Israel, que somos integrados en las promesas de Dios, lo repite Pablo en más de una ocasión, observad,
11 Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne.

12 En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.

13 Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo.

Efesios 2
Así pues, quiénes son los judíos que no son contados por Dios como judíos?

Los que no tienen fe en Jesús y no pueden acceder -por tanto- a los beneficios que se articulan de estar en Cristo.

Y esto es justo lo que leemos en los últimos versículos del fragmento que estamos analizando en estas entradas,
28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;

29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en Espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
En otras palabras, lo que te hace judío es el observar la Ley no en lo exterior, si no en el interior, en el corazón, lo cual solo puede hacerse por fe, por fe auténtica, la que viene de lo alto, no la que es fruto de tradiciones, miedos, intereses...

No se trata de hacer la buena obra que demanda la Ley de Cristo para buscar la palmadita en el hombros de los hermanos, se trata de hacer esas buenas obras desde un Espíritu de servicio, sin que nadie salvo Dios lo sepa, y darle todo el reconocimiento del fruto que uno da al Señor, pues gracias a él somos lo que somos.

Uno solo cumple la Ley si está en Cristo, porque cuando uno está posicionalmente en Cristo, la fe que le sustenta ha circuncidado su corazón de lo carnal, es una nueva criatura y ya puede vivir de acuerdo a su nueva naturaleza.

Y dicha circuncisión, es el cumplimiento de la promesa de Dios,
6 Y circuncidará el Señor tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.
Deuteronomio 30
Esta circuncisión solo puede tener lugar mediante la acción del Espíritu por la Misericordia de Dios.

Sin Espíritu de por medio, estás muerto.

Porque o rechazas la Ley abiertamente o intentas cumplirla mediante tus fuerzas... lo cual es imposible.

En cambio mediante la acción del Espíritu, circuncidamos nuestro corazón al despojarlo de la naturaleza carnal en la cruz, la Ley de Dios queda impresa en nuestro corazón, lo cual nos capacita para andar de todo corazón como Jesús anduvo para alabanza de Dios Padre que nos concedió la Gracia del Nuevo Pacto en la sangre de Su Hijo.

Así pues, es importante ser contado como judío a ojos de Dios, pues todas las bendiciones de Dios a la humanidad pasan por la raiz del Olivo que -por Gracia- sustenta a judíos y gentiles por igual, y esta raiz es la promesa que Dios le hizo a Abraham, a Jacob y a Isaac, pues no en vano Jesús nos dijo que la Salvación viene de los judíos.

Por todas estas y por otras muchas razones que no he explicado y que por falta de tiempo explicaré más adelante si Dios quiere, es por lo que los cristianos debemos advertir a todo hermano que no diga mensajes antijudíos.

Mientras meditais en todo esto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


viernes, 24 de septiembre de 2010

De Romanos 2:25-29 (1)

Escuchar comentarios antijudíos por parte de alguien que se declara cristiano siempre me ha hecho levantar las orejas...

Por qué?
Entre otras cosas por todo aquello que aprendemos de Romanos 2:25-29,
25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.

26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?

27 Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley, te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres transgresor de la ley.

28 Pues no es judío el que lo es exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la carne;

29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en Espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios
.
En efecto, una de las cosas que claramente leemos en estos versículos es que Dios nos contará a nosotros gentiles, como parte de Su pueblo -es decir, como judíos- siempre que cumplamos la Ley.

Fijaos cómo se nos dice esto en el versículo 26,
26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la Ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
De entrada, un versículo así impacta frontalmente en la mente de todo cristiano.

En efecto, sabemos que los judíos -al igual que los gentiles- están bajo pecado y por tanto, al igual que el resto, necesitan tener fe en Jesús para ser salvos.
9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado que tanto judíos como gentiles están todos bajo pecado.
Romanos 3:9
Ahora bien, si ellos están tan perdidos como nosotros, qué sacamos de formar parte del pueblo judío?

Hmm, y qué hay de la Ley?
Después de todo lo que nos dice Pablo sobre la justificación,
28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la Ley.
Romanos 3:28
...ahora resulta que hemos de cumplir la Ley?

Que no cunda el pánico que todo tiene una explicación si analizamos el contexto.

Vayamos poco a poco,
25 Pues en verdad la circuncisión aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu circuncisión viene a ser incircuncisión.

26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Lo que Pablo nos está diciendo aquí es que las marcas exteriores -como la circuncisión- no tienen valor alguno si el circunciso lleva una vida de espaldas a la Ley de Dios.

En otras palabras, si rechazas la Voluntad de Dios, qué más da el resto?

No hay nada externo que logre hacerte estar en paz con Dios.

No importa que vayas a la iglesia cada dos por tres, ni que digas Bendiciones! como un lorito, ni que prometas que orarás por todo el mundo, ni que ayudes a alguien cuando todos los demás te están mirando... si vives como un hipócrita, nada de eso conseguirá que estés en paz con Dios.

En efecto, y hablaba antes de contexto porque lo que Pablo nos está diciendo desde versículos atrás es que los judíos no estaban enseñando el verdadero significado de la Ley, observad:
17 He aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la Ley, y te glorías en Dios,

18 y conoces su Voluntad, e instruido por la Ley apruebas lo mejor,

19 y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en tinieblas,

20 instructor de los indoctos, maestro de niños, que tienes en la Ley la forma de la ciencia y de la verdad.

21 Tú, pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar, ¿hurtas?

22 Tú que dices que no se ha de adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio?

23 Tú que te jactas de la Ley, ¿con infracción de la Ley deshonras a Dios?

24 Porque como está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de vosotros.
Y contra esto ya nos advirtió el Señor Jesús.

La Ley no son una serie de reglas hueras, es Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

Todo lo que salga de ahí es deshonrar a Dios, manchar Su Nombre delante de los incrédulos y estar en pecado.

Cómo se relaciona esto con el versículo 26?
26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Hmm, de una manera muy directa, pues si incumplir la Ley significa que tus marcas exteriores (circuncisión, ir a la iglesia, etc...) no cuentan para nada, entonces es fácil ver que lo que cuenta es lo interior, la obediencia a Dios que se desprende de la fe y el Amor a Dios.

Por tanto, si lo que realmente cuenta para Dios es adorar a Dios en Espíritu y en Verdad, entonces el verdadero judío -aquel que realmente forma parte del pueblo de Dios- es quien observa la Ley de este modo: con fe.

Pablo quería hacer entender esto a los judíos, pues quien cree que está sano jamás irá al médico.

Esta es la respuesta a la primera pregunta que planteé, es decir, Pero si ellos están tan perdidos como nosotros, qué sacamos de formar parte del pueblo de Dios?

O sea, no es que nosotros gentiles formemos ahora parte de un pueblo que está tan necesitado de Salvación como lo estábamos nosotros, pues no hemos logrado nada, lo que estamos haciendo es definir qué es ser judío y qué es ser pueblo de Dios.

En otras palabras, forma parte del pueblo de Dios, es verdadero judío el que cumple la Ley -amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo- mediante la fe que proporciona el Espíritu.
29 sino que es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
En efecto, pues sin fe es imposible agradar a Dios ya que es la única manera de que se nos impute la justicia de Jesús y se nos perdonen los pecados.

Ahora bien, también pregunté que a cómo es que ahora hemos de cumplir la Ley?
26 Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión como circuncisión?
Contradice esto el versículo donde claramente se afirma que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley?

En absoluto.

Recordemos lo que nos está diciendo el versículo 26, es decir, que si eres gentil pero cumples la Ley del modo que debe cumplirse -en Espíritu y en Verdad- eres contado como judío, como miembro del pueblo de Dios.

Y no obstante, si eres judío pero no observas la Ley como debe observarse -en Espíritu y en Verdad- no formas parte del pueblo de Dios.

Qué circuncisión es la que cuenta?

La del corazón.

Pablo nos habla de la necesidad de un cambio interior, no de una marca exterior.

Esto lo vemos en el versículo 29 cuando nos dice es judío el que lo es en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en Espíritu, no en letra.

Ahora bien, cuándo circuncidamos el corazón los creyentes?

Cuando ponemos nuestra fe -fe auténtica, la que viene dada de lo alto- en el trabajo redentor de Jesús,
11 En él (Jesús) también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo;

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.

Colosenses 2
Cuando ponemos nuestra fe en Jesús, nuestra carne, nuestro pecado, nuestro viejo Yo queda clavado en la cruz, es decir, echamos de nosotros el cuerpo pecaminoso carnal que éramos antes de estar en Cristo.

Cómo podemos estar En Cristo?

Por fe.

La fe nos permite estar unidos a Jesús, lo cual implica que hemos sido crucificados, sepultados, vivificados, levantados de los muertos, y entronizados con Cristo.

Y todo de golpe... y mediante la fe que proporciona el Espíritu.

Pero como son muchas ideas las que he tratado en esta entrada, lo dejaré aquí por el momento.

Mientras tanto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...