
21 Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.Que Dios anteponga el cuidado del alma al cuerpo indica -tal como dijo C.S.Lewis- que los seres humanos no tenemos alma, sino que somos almas que tienen cuerpo.
Santiago 1:21
Una vez cobramos consciencia de lo que esto significa, cuesta menos poner primero lo primero y dejar lo secundario en el lugar que le corresponde.
En efecto, pues el mundo fue hecho para el cuerpo, el cuerpo se hizo para el alma, y el alma...
Para Dios.