Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



lunes, 26 de noviembre de 2012

De que no Perdamos la Oportunidad...

1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
Romanos 2:1
Exacto, y cuando el moralista puritano se escandaliza al ver en los demás el mismo pecado que también ha cometido, se apresura a condenar, con lo que pierde la oportunidad de condenarse a sí mismo, y pedir Misericordia tanto por sí mismo como por su hermano de tropiezos.