Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 30 de diciembre de 2010

De Cómo Desmontar Herejías de los Testigos de Jehová Referentes al Cuerpo Resucitado de Jesús

Una de las doctrinas más absurdas heréticas curiosas de los testigos de Jehová es aquella que hace referencia a lo sucedido con el cuerpo de Jesús tras su resurrección.

En efecto, recordemos antes de nada, que Jesús -para la Atalaya- no es el Verbo de Dios encarnado, es decir, no es Dios, sino la primera criatura creada,
Jesús no es ni un hombre ni el Dios todopoderoso.
Más bien, es una poderosa criatura espiritual.
De ahí que sostengan que lo que hace Jesús tras su muerte, es volver a su estadio originario, es decir, la de un ser meramente espiritual.

Los argumentos que aportan para defender la resurrección espiritual, no corporal de Jesús son los siguientes,
Jesús no llevó su cuerpo humano al cielo para ser un hombre por toda la eternidad.
Si lo hubiera hecho, habría quedado aun más bajo que los ángeles....
La intención de Dios no era que Jesús sufriera la humillación de ser por siempre un hombre de carne y hueso.
No, y después que sacrificó su humanidad perfecta, Dios lo resucitó a una vida imperecedera como una criatura espiritual gloriosa
.
Ahora bien, qué fue del cuerpo de Jesús?

Fue destruído por Dios, de ahí que los apóstoles solo se encontraran, en el sepulcro, con la sábana que cubría al Señor,
...con su poder, Dios se deshizo del cuerpo humano que Jesucristo presentó de una vez y por todas como un sacrificio de rescate.
Lo trágico el asunto es que para defender la resurrección no corporal de Jesús, los testigos deben añadir herejía a la herejía con el fin de explicar aquellos pasajes en los que tras su muerte, el Señor se aparece a los apóstoles y come con ellos.

Con lo que la madeja se va liando cada vez más y más...

En esta ocasión el argumento empleado es el siguiente,
Los cuerpos en los cuales Jesús se manifestó a sus discípulos después de su regreso a la vida no era el cuerpo en el cual fue clavado al madero.
Se materializaban para la ocasión, y en una o dos ocasiones se asemejaron al cuerpo en que murió, pero en la mayoría de las ocasiones no eran reconocibles ni para sus discípulos más íntimos
.
Ahora bien, una vez expuestas las falsas doctrinas de los testigos, pasemos a refutarlas.

Cuando leemos y contrastamos una tras otra, las escenas en las que Jesús se aparece a los apóstoles, lo que claramente vemos es que la razón por la cual sus discípulos no le reconocen, no es porque el Señor apareciera con otro cuerpo, sino porque los ojos de los apóstoles estaban velados.

Tomaré la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras que emplean los testigos, pues es la única que tiene autoridad para ellos,
15 Ahora bien, mientras iban conversando y hablando, Jesús mismo se acercó y se puso a andar con ellos;

16 pero se impidió que los ojos de ellos lo reconocieran
.

Lucas 24
Si el cuerpo no era el mismo, qué necesidad había que se tuviera que impedir el poder reconocerle?

En efecto, solo se puede re-conocer algo conocido antes...

Veamos además cómo sigue la escena unos versículos más adelante,
30 Y estando reclinado con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y empezó a dárselo.
31 Con esto, a ellos se les abrieron los ojos completamente y lo reconocieron; y él desapareció de ante ellos
.
Como vemos, la causa de la incapacidad de reconocer a Jesús que tuvieron los apóstoles no era porque el Señor apareciera con otro cuerpo, la causa radicaba en que sus ojos estaban velados.

Ahora bien, cuál es el versículo clave que desmonta definitivamente la mentira que afirma que Jesús no resucitó con su propio cuerpo?

Juan 2:21,
18 Por lo tanto, en respuesta, los judíos le dijeron: “¿Qué señal tienes para mostrarnos, ya que haces estas cosas?”.
19 En respuesta, Jesús les dijo: “Derriben este templo, y en tres días lo levantaré”.
20 Por eso dijeron los judíos: “Este templo fue edificado en cuarenta y seis años, ¿y tú en tres días lo levantarás?”.
21 Pero él hablaba acerca del templo de su cuerpo
.
Juan 2
Y punto.

Todo testigo honesto debe entender que en la contradicción no hay Verdad, y que Dios no se contradice, por tanto, aquí tiene un par de argumentos para desconfiar del material con que la Atalaya le adoctrina.

Mientras meditais en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.


sábado, 25 de diciembre de 2010

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto (2)

Cuando los inconversos pueden ver tan poca diferencia entre sus propias vidas y la de una persona que profesa el cristianismo pero que no mortifica sus pecados, entonces no ven ninguna necesidad de ser convertidos.
Ellos observan el celo religioso de dicha persona, pero también observan su impaciencia con aquellos con quienes no está de acuerdo.
Observan sus muchas inconsistencias.
Ven que en algunas cosas se separa del mundo, pero se fijan más en su egoísmo y su falta de esfuerzo para ayudar a otros.
Escuchan su conversación espiritual y sus reclamos de tener comunión con Dios; pero todo es contradicho por su conformidad a los caminos del mundo.
Escuchan su jactancia de que sus pecados han sido perdonados, pero también se fijan en su falla de no perdonar a otros.
Entonces, observando la pobre calidad de vida de tal persona, se endurecen en sus corazones contra el cristianismo y concluyen que sus vidas son tan buenas como las de cualquier "creyente".

John Owen, La Mortificación del Pecado
Exacto, los cristianos estamos llamados a predicar el Evangelio de palabra...

Y acto.


miércoles, 22 de diciembre de 2010

De Romanos 5:18

Uno de los versículos que el arminianismo blande para defender la idea de que Cristo murió por toda la humanidad, es Romanos 5:18,
18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.
Ahí lo tienes, Jesús murió por todos, dicen.

No, ahí tienes una mala exégesis, respondo.

En efecto, el punto de partida es siempre el mismo: contexto.

De qué nos está hablando Pablo en este pasaje?

De la relación entre Adán y Jesús, pues en realidad, el primero es una prefiguración del segundo.
14 No obstante, reinó la muerte desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán, el cual es figura del que había de venir.
Romanos 14
Bien, y cuál es la idea central de la carta a los Romanos?

De la justificación por fe de aquellos que estamos en Jesús.
16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá
.
Romanos 1
No obstante, por qué de repente Pablo, en el capítulo quinto, nos menciona a Adán?

Bien, lo que Pablo nos dice es que el problema del ser humano no es solo su esclavitud al pecado, el problema es que está indivisiblemente conectado a Adán.

Fijémonos en las contínuas alusiones a esto en el contexto inmediato de Romanos 5:18,
15 Pero el don no fue como la transgresión; porque si por la transgresión de aquel uno murieron los muchos, abundaron mucho más para los muchos la gracia y el don de Dios por la gracia de un hombre, Jesucristo.

16 Y con el don no sucede como en el caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones para justificación.

17 Pues si por la transgresión de uno solo reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

18 Así que, como por la transgresión de uno vino la condenación a todos los hombres, de la misma manera por la justicia de uno vino a todos los hombres la justificación de vida.

19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos
.
Es lo que se conoce como el pecado original… todos los hombres somos pecadores porque todos estábamos en Adán.

Adán nos ayuda a entender el trabajo de Jesús, la justificación, la Buenanueva de que el trabajo de Jesús es lo único que puede remediar el mal que entró a través de Adán, y la idea de que la Iglesia de Dios está posicionalmente en Cristo.

Esto nos permite ver que la Gracia de la justificación por fe, no es solo para los contemporáneos de Jesús, es para toda persona, en cualquier lugar del mundo, en cualquier época, que se acerque al Señor por fe, pues todos los hombres somos descendientes de Adán.

Es decir, el problema no es que alguien peque mucho o poco, el problema para todo ser humano es que en Adán pecó, que en Adán fue juzgado, y que en Adán fue condenado a eterna separación de Dios.

A.A, Hodges nos explica esto:
Dado que, en la naturaleza misma del caso, una prueba justa no podría ser dada a cada nuevo miembro de la raza humana personalmente,
[...]
Dios, como guardián y para los mejores deseos de la raza, probó bajo las más favorables circunstancias, a todos los miembros en la persona de Adán, constituyendo a este como representante y sustituto personal de cada uno de sus descendientes naturales
.
Exacto.

Dios le dio a Adán verdadera libertad, capacidad de elegir entre el Bien (obediencia a Dios por Amor a Él), o el Mal (desconfianza de la Palabra de Dios y subsecuente desobediencia).

Y Adán acabó eligiendo el Mal.

La única manera de romper esto es mediante el Segundo Adán, el espiritual.
45 Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, Espíritu que da vida.
1 Corintios 15
Pablo nos está hablando de justificación, de imputación, de lo que significa estar en Cristo…. de ahí que recurra a Adán, pues en Adán estaba toda la humanidad.
12 Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.
En efecto, todos los que están en Adán -es decir, toda la humanidad- son contados por pecadores, y todos los que están en Cristo son contados justos.

En Adán recibimos condenación…
19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores,
En Jesús justificación.
…así también por la obediencia de uno, los muchos serán constituidos justos.
De eso nos está hablando Pablo, eso sí, si sacamos el versiculito de contexto, hacemos que diga…

Lo que claramente no dice.

Mientras meditáis en todo esto, dad gracias a Dios por todo, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo.


domingo, 12 de diciembre de 2010

De que el Purgatorio Demuestra que el Catolicismo No Cree en la Suficiencia del Sacrificio de Jesús... (2)

En la primera entrada di las razones por las cuales la idea del purgatorio contradice la suficiencia del sacrificio de Jesús, por tanto, en esta entrada procederé a explicar por qué uno de los pasajes con los que tradicionalmente se ha apoyado la idea del purgatorio no tiene base alguna.

Dicho pasaje aparece en 1 Corintios 3 versículo 15
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Es que Pablo en este versículo nos está diciendo que tras la muerte a los cristianos nos quedarán todavía pecados por purificar, o que tras la muerte tendremos que purificarnos de algún modo para alcanzar la santidad necesaria...?

Pues no, tal y como veremos en seguida en esta entrada.

Como siempre, antes de nada, contexto.

Lo primero que vemos es que el capítulo 3º de 1ª de Corintios gira alrededor de las divisiones existentes en la iglesia de Corinto,
3 porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?

4 Porque diciendo el uno: Yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: Yo soy de Apolos, ¿no sois carnales?

5 ¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.

6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.

7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento
.
Entre los corintios había divisiones doctrinales, de manera que unos decían que eran seguidores de Pablo y otros de Apolos, sin embargo, Pablo les dice que la Roca sobre la que todos hemos de asentarnos no es ni él ni ningún otro, lo es el Señor Jesucristo.

Con el fin de desechar estas divisiones, Pablo les hace ver a los corintios que todos los creyentes formamos parte del mismo cuerpo, y, al igual que hace en el primer capítulo de la epístola a los colosenses, enfatiza la absoluta centralidad de Jesús, y nuestra absoluta dependencia de él.
6 Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios. .

7 Así que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento.
Dejad de mirarnos a nosotros, les dice Pablo, y poned la mirada en Cristo pues solo así vuestro trabajo dará fruto.

Esta antes mencionada centralidad y subordinación nuestra, se expresa primero en la imagen de la iglesia como un campo, y segundo en la de un edificio,
9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
El recurso a la imagen de un edificio es empleado por Pablo para dejar claro cuál es la piedra angular, y los peligros en los que podemos caer si no edificamos sobre la misma como Dios quiere.
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Conociendo a Pablo, esto es más una advertencia sobre los que decían seguirle a él, pues el mensaje que Pablo predicó toda su vida es, por encima de todo, Cristocéntrico.
11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
En efecto, su preocupación abarca tanto la base como el cómo se edifica sobre ella.

En los versículos siguientes -los que nos acercan al quinceavo, el mismo que el catolicismo emplea para defender su idea del purgatorio- Pablo nos da la razones por las que es importante el cómo edificamos sobre la Roca que es Jesús.

Aquello que edificamos -nuestro crecimiento espiritual y aplicación práctica en el día a día- debe estar firmemente sujeto a la base.
Fijaos cómo Pablo nos dice esto en los versículos que acabamos de leer,
10 Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.

11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo
.
O sea, si lo que edificamos no tuviera relación directa con la base, Pablo jamás habría conectado ambos versículos del modo que lo hace.

Y por qué Pablo insiste tanto en esto?

Por la obviedad de que es Dios el único que puede hacer crecer el edificio de modo que dé fruto, y si no edificamos como el Señor quiere, daremos fruto malo.

Quitad a Cristo de la base corintios, y el edificio se derrumbará, advierte Pablo con preocupación.

Qué consecuencias tiene el edificar de modo que Dios no determina?

Pues que cuando el Señor nos juzgue, nuestra mala edificación se mostrará como es,
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,

13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará
.
Cuándo será manifiesta la obra de cada uno?

El Día del Juicio.

El fuego alude no a la purificación de los pecados, pues estos son pagados por Jesús, el fuego alude al Día en que la obra de cada uno se hará manifiesta.

En efecto, a esto se refería Jesús cuando hablaba del fuego en Lucas 12:49,
49 He venido a traer fuego a la tierra, y ¡cómo quisiera que ya estuviera ardiendo!
La referencia al fuego para aludir al Día del Juicio aparece en varias instancias en la Palabra,
7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
1 Pedro 1:7

10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.

[...]

12 esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!

2 Pedro 3
Pablo les dice a los corintios, no os olvidéis de quién es la piedra angular, no os olvidéis que todo lo que hagais debe tener como base a Jesús pues si edificáis de modo que no esté de acuerdo a esto, si creéis que la base es otra, no pasará la prueba del Día del Juicio.

Al mismo tiempo, Pablo nos advierte que quien no edifique del modo que Dios quiere, perderá su recompensa,
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa.

15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida
Esto es importante tenerlo claro pues es posible que en la Iglesia haya hermanos que tengan parte de la doctrina equivocada, que edifiquen sobre madera, heno u hojarasca, y que por consiguiente, pierdan parte de la recompensas tras el Juicio.

Por consiguiente, podemos interpretar la segunda parte del versículo 15, para justificar la idea del purgatorio?
15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
No, solo forzando el texto para hacerle decir lo que no dice...

En efecto, no hay manera -una vez analizado el contexto y la intención de Pablo al escribir este tercer capítulo- en que alguien pueda interpretar que el apóstol en este versículo nos está hablando de una purificación de pecados tras la muerte...

Para qué?
Todos fueron pagados por Jesús en la cruz.

Lo que Pablo nos dice en el quinceavo versículo es que -a pesar de que cada uno será salvo por lo que ha hecho Cristo por el creyente- todos tenemos que tener cuidado con nuestra santificación, ya que si la descuidamos, perderemos muchas de las recompensas que tendríamos caso de haber empleado bien los dones y el conocimiento recibido.

Mientras meditais en todo esto, dad las gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


lunes, 6 de diciembre de 2010

De que el Purgatorio Demuestra que el Catolicismo No Cree en la Suficiencia del Sacrificio de Jesús... (1)

En un debate surgido a partir de una entrada sobre si el Espíritu Santo puede abandonar al creyente, un adscrito al catolicismo, citó Gálatas 5:4 como evidencia de que uno puede caer de la Gracia y perder subsecuentemente su Salvación...
4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Bien, pero eso no es eso lo que Pablo nos está diciendo en ese pasaje, tal y como veremos en seguida.


Antes de nada contexto.
Pablo dirige esta a carta a los convertidos en la provincia de Galacia, es decir, a aquellos convertidos por su labor ministerial.

No obstante, al poco de marchar, Pablo contempla desazonado cómo los gálatas se han desviado de la Verdad de su Evangelio.

Y en qué consiste esta desviación?

En introducir las obras como medio para ser salvo, es decir, en rechazar que uno es salvo por Gracia, no por obras.

El ejemplo perfecto de esto es una idea introducida por los judaizantes: la necesidad de la circuncisión.
1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.

3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la Gracia habéis caído
.
Pablo no está diciendo Ojo gálatas con lo que haceis porque si no obrais como es debido, el Espíritu os abandonará, lo que está diciendo es precisamente lo contrario de lo que defendía el susodicho católico, es decir, que si uno pone su confianza para ser salvo en esfuerzos humanos, se desliga de la Gracia que es en Cristo Jesús.

Desarrollemos un poco esto, y relacionémoslo con el dogma del purgatorio.

La inmensa mayoría de las religiones del mundo son constructos humanos que ponen en el centro al hombre, es decir, busca glorificar al hombre haciéndole partícipe de logros espirituales, ya sabes, acude a misa los domingos, ve a los estudios bíblicos, guarda el sábado... haz estas cosas hermano, y a diferencia de todos aquellos que no lo hacen, serás salvo.

Pero el cristianismo, hace como único responsable de la Salvación a Dios, no al hombre, y esto con el fin de eliminar todo rastro de orgullo en el ser humano.

Los primeros, los que creen que su obrar les sirve para ganar favores por parte de Dios, los que obran con el fin de acumular méritos delante del Señor, los que confían en sus esfuerzos humanos para estar a buenas con Dios, están según Pablo en la carne, mientras que los que, para ser salvos, confían exclusivamente en el trabajo redentor del Señor Jesús en la cruz, están en el Espíritu.

Cuando un católico confía en sus penitencias como modo de satisfacer una falta, demuestra que no confía en Dios, que en realidad no cree el Evangelio.

El susodicho cree que la confesión del pecado, el arrepentimiento genuino no es suficiente para recibir el perdón por parte de Dios, de ahí que sienta que hace falta algo más, de ahí que tenga que buscar algo que la sangre de Cristo no pudo limpiar, lo cual se da de bruces con la Palabra,
13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Tito 2
Es su falta de fe lo que le lleva a obrar y a cumplir mil y una penitencias, es su falta de fe lo que no le permite aceptar que la sangre de Cristo le haya limpiado de todo pecado, justo lo contrario que lo que el Señor nos repite una y otra vez en Su Palabra,
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22
En efecto, un ejemplo maravilloso de la falta de fe en la suficiencia del sacrificio de Jesús es el dogma del purgatorio, el cual es según el Catecismo,
Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1030.
En otras palabras, el sacrificio de Jesús estuvo genial pues nos ha salvado, pero ya sabes, la sangre de Jesús no fue suficiente para purificar a su Iglesia, de ahí que haga falta algo más...

Un católico cree que es salvo cuando es bautizado, y cree que finalmente podrá tener comunión con Dios si por un lado, limpia mediante sus obras (penitencias, oraciones, misas...) los pecados cometidos en vida, y si por el otro, limpia tras su muerte (en el purgatorio) las manchas que ni sus obras, ni el sacrificio de Jesús pudieron limpiar.

El catolicismo no cree que la Salvación -y todas las promesas que son en Jesús- sea una Gracia, no cree en la suficiencia del sacrificio de Jesús, de ahí que inunde de legalismos su doctrina.

Gracias a Dios, el cristiano que vive en el Espíritu, está limpio de todo pecado cuando pone su fe verdadera en el sacrificio de Jesús, observemos cómo la Palabra nos repite esto una y otra vez,
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

[...]

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Isaías 53

2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Juan 2

27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Hebreos 7

10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

Hebreos 10
Cuando uno lee sobre el purgatorio, lo primero que se pregunta es, qué pecado es aquel que Cristo no pudo limpiar? qué es aquello tan horrible que la sangre de Cristo no fue lo suficientemente válida como para cubrir?

Lo irónico del caso es que el purgatorio no purifica pecados graves sino pequeños, lo cual lo complica todo aún más.

La clave como siempre está en creer o no creer el Evangelio, y el Evangelio es esto: Que el Verbo de Dios se encarnó en un ser humano como nosotros, que llevó una vida sin pecado como hombre en el poder del Espíritu, que aceptó voluntariamente cargar sobre él nuestros pecados, y que resucitó como demostración que su sacrificio había sido aceptado.

Si crees esto de todo corazón, tus pecados te son perdonados, y ya eres libres para vivir por y para Dios.

En entradas posteriores demostraré por qué los pasajes que tradicionalmente se emplean para apoyar la doctrina del purgatorio no tienen base alguna.

Mientras tanto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...