Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



viernes, 14 de enero de 2011

De Testigos de Jehová y Negaciones de la Divinidad de Jesús


Hace poco, en un encuentro callejero con un par de testigos de Jehová, los tipos me citaron Juan 10:34 como demostración escriturial de que Jesús no es Dios sino simplemente un dios...

Recordemos que los testigos sostienen que Jesús no era Dios encarnado, sino la primera criatura creada por Dios.

La causa de su cita fue mi exposición de Juan 1:1 como demostración de la divinidad de Jesús.

Su respuesta lógica y esperada fue citarme su versión adulterada de Juan 1:1 para probar que Dios había creado pequeños dioses, siendo Jesús el primero y más importante de todos ellos.

Un dios..? les dije, Cuántos dioses existen según ustedes? los cristianos creemos en la existencia de un único Dios.

Y es aquí cuando se recurrió a la cita que nos ocupa, ya sabes, Juan 10:34.
Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?
Ahora bien, es que Jesús nos estaba diciendo en ese pasaje que existe más de un Dios?

Es que el mismo Jesús que dijo y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, se nos había vuelto politeísta de repente?

En absoluto, la cita de los testigos no es nada más que uno de sus líos habituales.

Pero leamos el contexto para ver el por qué de su error,
30 Yo y el Padre uno somos.

31 Entonces los judíos volvieron a tomar piedras para apedrearle.

32 Jesús les respondió: Muchas buenas obras os he mostrado de mi Padre; ¿por cuál de ellas me apedreáis?

33 Le respondieron los judíos, diciendo: Por buena obra no te apedreamos, sino por la blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces Dios.

34 Jesús les respondió: ¿No está escrito en vuestra ley: Yo dije, dioses sois?

35 Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada),

36 ¿al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?
En esta escena Jesús está citando un salmo, el número 82.

Por tanto, para entender la escena y el por qué de la cita, es necesario analizar dicho Salmo.

La intención de este salmo era la de criticar los juicios injustos con los que los jueces de Israel prevaricaban de contínuo al abusar de su autoridad, y recordarles al mismo tiempo que por encima de ellos se encuentra el Juez de toda la tierra: Dios.
2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
Y aceptaréis las personas de los impíos?

3 Defended al débil y al huérfano;
Haced justicia al afligido y al menesteroso.

4 Librad al afligido y al necesitado;
Libradlo de mano de los impíos.

5 No saben, no entienden,
Andan en tinieblas;
Tiemblan todos los cimientos de la tierra
.
Este salmo fue originalmente escrito en hebreo, y la palabra traducida como dioses es Elohim, la cual -si bien es uno de los nombres de Dios- significa literalmente poderosos.

Y ahí está la clave para entender el Salmo.

En efecto, el Salmo 82 es un salmo irónico, burlesco, un salmo que empieza mostrando una escena en la que Dios/Elohim, juzga a los otros Elohim/poderosos de la tierra,
1 Dios está en la reunión de los dioses;
En medio de los dioses juzga.
Dios juzga los malos juicios de los jueces, los garantes de la Ley de Dios, juzga sus abusos, y todas las prevaricaciones que hemos visto al leer los versículos que van del 2º al 5º.

Y es precisamente el 6º versículo el que cita el Señor,
6 Yo dije: dioses sois,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;
El autor del salmo juega con el significado ambíguo de las palabras con una intención clara, atacar a los jueces injustos, recordarles que no son nada más que hombres y que tendrán que dar cuenta de su maldad.

Esto se hace evidente en el siguiente versículo,
7 Pero como hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.
En efecto, Dios dio poder y autoridad a los jueces de Israel para gobernar sobre sus hermanos.

Pero los poderosos, en vez de hacer Justicia, en vez de defender al débil y al huérfano, hacer justicia al afligido y al menesteroso, abusaron de su poder e hicieron el mal.

Y he aquí la sentencia de Dios, una sentencia llena de ironía,
6 Yo dije: dioses sois,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;

7 Pero como hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.
Vosotros jueces, vosotros los poderosos, los que teneis poder y autoridad para decidir sobre la vida de los demás, los que os comportais como dioses en la tierra, los que creeis que estáis por encima del Bien y del Mal, ciertamente sois dioses/Elohim/poderosos...

Pero caereis como los demás, moriréis como el resto de los seres humanos, pues no sois Nada, y Yo, el Juez de todos los hombres, os juzgaré por vuestra maldad.
8 Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
Por consiguiente, una vez analizado todo esto, puede el testigo defender que Jesús nos hablaba en esa escena sobre la existencia de otros dioses...?

No.

La ceguera espiritual del testigo, no le permite entender que en esa escena, el Señor se estaba burlando de la ignorancia de los que le rechazaban.

Esta misma ceguera es la que le impide ver que defender que no hay más Dios que YHWH, y la doctrina de los pequeños diosecitos, es una contradicción absurda que les tendría que hacer ver que las doctrinas que les enseñan no son Verdad, pues en la Verdad no hay contradicción.

Mientras meditais en todo esto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...