Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 20 de diciembre de 2011

De Remociones, Revestimientos y lo Inconmovible en Nosotros...


26 La voz del cual conmovió entonces la tierra, pero ahora ha prometido, diciendo: Aún una vez, y conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
27 Y esta frase: Aún una vez, indica la remoción de las cosas movibles, como cosas hechas, para que queden las inconmovibles.

Hebreos 12:26-27
La manifestación de la Voluntad de Dios supone la remoción de las cosas movibles, para que queden las Inconmovibles.

La primera conmoción fue un tipo, una sombra de la realidad que acontencerá en la Remoción Final no solo de la tierra, sino también del cielo, revistiendo de incorruptible lo corruptible, y de inmortalidad lo mortal, para que lo mortal sea absorbido por la Vida.

Pero mientras los testigos de los tipos rogaban silencio, nosotros reverberamos la Buena Nueva de la remoción final de lo transitorio, pues a través nuestro, Dios ha decidido dar a conocer Su multiforme Sabiduría, no solo a las criaturas de la tierra, sino también a las del Cielo.

Las cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles son las promesas dadas a vasos de barro en los que mora la remoción de todo aquello conmovible.

Esto explica la preocupación de Pablo de no pervertir el mensaje que nos ha sido entregado, pues muchos que dicen Señor, Señor, morirán en el desierto sin entrar en el Reposo, al revestir mediante sus tradiciones y egoísmos mundanos, lo Inconmovible con lo transitorio.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...