Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 10 de abril de 2012

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto... (27)

16 Confesaos mutuamente vuestros pecados.
Santiago 5:16
Quedarse a solas con el propio mal es quedarse completamente solo.
Y puede ser que, a pesar del culto en común, la oración en común y la comunión en el servicio, haya cristianos que permanezcan solos, sin llegar a formar realmente comunidad.
¿Por qué? Porque si bien están dispuestos a formar parte de una comunidad de creyentes, de gente piadosa, no lo están para formar una comunidad de impíos y pecadores.

La comunidad piadosa, en efecto, no permite a nadie ser pecador.
Por esta razón cada uno se ve obligado a ocultar su pecado a sí mismo y a la comunidad.
No nos está permitido ser pecadores, y muchos cristianos se horrorizarían si de pronto descubriesen entre ellos un auténtico pecador. Por eso optamos por quedarnos solos con nuestro pecado, a costa de vivir en mentira e hipocresía; porque, aunque nos cueste reconocerlo, somos efectivamente pecadores
.
Dietrich Bonhoeffer, Vida en Comunidad
Brutal...