Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 24 de agosto de 2010

De que Todo Unicitario Debe Entender que Sin Trinidad, No Hay Salvación... (4)


En la entrada anterior hemos visto las implicaciones trinitarias que tiene el mismo nombre Jesucristo pues el Cristo -el Mesías, el Ungido de Dios- nos describe a un simple ser humano cuya marca diferencial es que ha sido ungido por el santo Espíritu de Dios.

En efecto, Jesús se sometió a lo largo de su ministerio a la guía del Espíritu para poder cumplir así su papel de Mesías ungido por el Espíritu del Señor.

Jesús sufrió una existencia vivida exactamente igual que cualquier otro ser humano, y la razón de su simple humanidad es que en caso contrario jamás podría haber ocupado nuestro lugar... y esto es lo que se les escapa a los unicitarios pues un Hombre-Dios encarnado, jamás habría podido ocupar nuestro lugar.

Jamás...

Sigamos.

Ahora bien, en el otro lado de la balanza tenemos a aquellos que enfatizan sobremanera la humanidad de Jesús, hasta el punto de negar su divinidad por completo.

Si Jesús era Dios, cómo es que no lo sabía todo, o es que no es omnisciente Dios...? inquieren.

La pregunta es muy interesante pues hay pasajes donde claramente se enfatiza esto, veámoslo:
52 Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en Gracia para con Dios y los hombres.
Lucas 2
Y sobretodo,
32 Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles que están en el cielo, ni el Hijo, sino el Padre.
Marcos 13
Y decía sobretodo pues este versículo -Marcos 13:32- es un golpe directo a la línea de flotación de la doctrina unicitaria, pues si Jesús era Dios hecho carne, cómo es que dice que hay algo que él desconoce, algo que es solo conocido por el Padre, sufría de esquizofrenía el Jesús unicitario...?

La respuesta a esto es muy sencilla desde el punto de vista trinitario, pues es lo que hemos visto anteriormente, es decir, Jesús era Dios, el Verbo de Dios hecho carne que vivió su vida como hombre, limitando su divinidad y bajo la guía del Espíritu Santo de Dios.

Sólo así pudo presentar una ofrenda válida a Dios, sólo así pudo hacer propiciación pues fue según nuestra semejanza, pero sin pecado.

En otras palabras, el niño crecía en sabiduría por el Espíritu que Dios Padre le proporcionaba, y el conocimiento del Verbo encarnado se limitaba a todo lo que necesitaba saber para cumplir con su ministerio.

Para ver mejor esto, recordemos una de las profecías mesiánicas,
1 Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces.

2 Y reposará sobre él el Espíritu de YHWH; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.

3 Y le hará entender diligente en el temor de YHWH.
Isaías 11
El conocimiento que el Espíritu le proporcionaba era una de las evidencias de su mesianidad del mismo modo que los Frutos del Espíritu en nosotros son una evidencia de una vida transformada por Dios.

Es decir, ni fe, ni templanza, ni amor a Dios -por citar unas cuantas- son cualidades naturales de todo ser humano, más bien al contrario, la manifestación cristocéntrica de dichas cualidades son la evidencia de haber recibido el Espíritu prometido por Jesús, cierto?

Pues bien, del mismo modo que nosotros, el conocimiento que demostraba Jesús de los asuntos de Dios -inalcanzable para cualquier ser humano- era proporcionado por el Espíritu Santo.

Y de qué conocimiento estamos hablando?
1 El Espíritu de YHWH el Señor está sobre mí, porque me ungió YHWH; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel;

2 a proclamar el año de la buena voluntad de YHWH

Isaías 61
Quién si no el Mesías ungido por el Espíritu de Dios podría hacer tal ministerio?

Solo teniendo claro todo esto uno puede comprender el interés de los apóstoles en presentarnos a un Jesús siendo bautizado en el Espíritu, sometido a tentaciones y llevado de aquí para allá en el poder del Espíritu, pues las profecías mesiánicas nos anunciaban a un hombre ungido por el Espíritu de Dios.

Esto es lo que no entendieron los fariseos que acusaron a Jesús de expulsar demonios en nombre del diablo, recordamos la escena?
22 Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego y mudo; y le sanó, de tal manera que el ciego y mudo veía y hablaba.
23 Y toda la gente estaba atónita, y decía: ¿Será éste aquel Hijo de David?

24 Mas los fariseos, al oírlo, decían: Este no echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios.

[...]

27 Y si yo echo fuera los demonios por Beelzebú, ¿por quién los echan vuestros hijos? Por tanto, ellos serán vuestros jueces.

28 Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.

Mateo 12
Fijaos que Jesús no dice Pero si yo expulso demonios, si no que dice Si yo por el Espíritu de Dios...

Los fariseos deberían haber comprendido las profecías concernientes al Mesías, las mismas profecías que Mateo nos recuerda unos versículos antes, citando Isaías 42,
15 Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; y le siguió mucha gente, y sanaba a todos,
16 y les encargaba rigurosamente que no le descubriesen;

17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo:

18 He aquí mi siervo, a quien he escogido;
Mi Amado, en quien se agrada mi alma;
Pondré mi Espíritu sobre él,
Y a los gentiles anunciará juicio.

Mateo 12
Los fariseos deberían haberse dado cuenta de que estaban ante el Mesías profetizado, el Mesías que anunciaba el año de la Buena Voluntad del Señor y publicaba libertad a los cautivos, el Amado del Señor, el Siervo de Dios cuya señal principal no era que daba vista a los ciegos y expulsaba demonios, si no que obraba estos milagros por el poder del Espíritu de Dios.

Mientras meditáis sobre esto, dad gracias a Dios en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...