Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



sábado, 9 de febrero de 2013

De 2 Corintios 3:18, o Qué Quiere Decir de Gloria en Gloria...

18 Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la Gloria del Señor, somos transformados de Gloria en Gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
2 Corintios 3:18
En un pasaje donde claramente se habla de la santificación -somos transformados de Gloria en Gloria en la misma imagen, como por el Espíritu- lo único un tanto oscuro es la expresión De Gloria en Gloria.

Ahora bien, una de las reglas exegéticas más básicas asegura que los pasajes oscuros deben discernirse a la Luz de los claros.

En efecto, y cuál es el momento en que Dios en Jesús fue más glorificado?
23 Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado.
24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.

Juan 12:23-24
La cruz.
La cruz pone de manifiesto la Gloria de Dios pues en ella el Señor demuestra que es Justo -no deja ningún pecado impune-, Santo -nuestra alma es purificada y podemos volver a tener Comunión con el Dios que es Vida-, Amor -Dios podría haber creado un mundo donde todas Sus criaturas fueran tratadas con justicia y nadie podría recriminarle nada- y Sabio -porque una Salvación que deja al hombre sin nada de qué gloriarse jamás se le podría haber ocurrido a hombre alguno-.

Ahora bien, qué tiene que ver que Dios fuera glorificado en la cruz con que nosotros avancemos en santidad de Gloria en Gloria.

Todo.
De Gloria en Gloria quiere decir, de muerte en cruz, en muerte en cruz, pero no la de Jesús -la cual es aquello que las desencadena, pues mirando [...] la Gloria del Señor alude al sacrificio de Jesús en la cruz- sino la nuestra.

Cada vez que nos arrepentimos de corazón de un pecado, es decir, cada vez que morimos al Yo, cada vez que sepultamos en las aguas una parte de nuestro viejo hombre y el Nuevo Hombre emerge por el Poder del Espíritu, cada vez que mortificamos un pecado, cada vez que la carne muere al ser clavada en la cruz, avanzamos en santidad a imagen de Jesús.

Cierto, en más de una ocasión hemos hablado que el Evangelio no es simplemente la Puerta de entrada a Dios, sino tambien el Camino, es decir, el Evangelio es tan importante en nuestro Nuevo Nacimiento como lo es en nuestra Santificación.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...