Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 5 de febrero de 2013

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto... (58)

Me maravillo de la Sabiduría de Dios, y de qué manera las cosas más indispensables -aire, fuego, agua, tierra- son puestas fácilmente a disposición de todos.

Y no solamente esto, sino las cosas que conducen a la Salvación del alma son más accesibles que las que la destruyen.

La pobreza, la cual cualquiera puede experimentar, conduce al hombre a la Salvación, mientras que las riquezas, que están lejos de nuestro alcance, son generalmente un obstáculo.

Lo mismo pasa con el deshonor, la humillación, la paciencia, la obediencia, la sumisión, el autocontrol, los ayunos, las vigilias, el freno a la propia voluntad, la debilidad corporal, el agradecimiento por las cosas, las pruebas, las heridas, la falta de las necesidades de la vida, la abstinencia a los placeres sensuales, la miseria, la contención, en resumen, todas las cosas que nos llevan a la vida espiritual se obtienen de manera gratuita.

Nadie lucha por ellas, al contrario, todo el mundo las deja para aquellos que eligen tomarlas...

San Pedro de Damasco, la Philokalia
Brutal...

Nos pasamos... Me paso la vida huyendo y temiendo aquello que Dios ha dispuesto para la Vida.