Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 27 de octubre de 2011

De una Pequeña Historia de Ieronymos de Aegina...


Leo una pequeña historia del Anciano ortodoxo-griego Ieronymos of Ægina, que hace más o menos así:
Tiempo atrás, un juez turco invitó al anciano Ieronymos a su mansión, y al poco de conversar le preguntó lo siguiente:

Soy musulmán, pero de mi sueldo, me quedo estrictamente con lo necesario para mi família, y el resto lo doy a caridad.
Ayudo a las viudas, a los huérfanos y los pobres, asisto a los enfermos, ayuno a menudo, oro fielmente, e intento ser coherente con mi fe.
Cuando juzgo, procuro ser imparcial, no acepto sobornos de ningún tipo, ni me dejo influenciar por nadie, por muy alta que sea su posición.

Cree que todo esto que hago me permitirá ir al Paraíso del que habláis los cristianos..?

A la mente de Ieronymos le vino en seguida la historia del centurión Cornelio, pues vio el claro paralelismo entre el justo Cornelio, y el bienintencionado juez, y pensó que debía dar testimonio de su fe.

Dígame Su Señoría, tiene usted hijos?
- Sí por supuesto.

- Tiene sirvientes?
- También...

- Quién obedece mejor sus órdenes, sus sirvientes o sus hijos?
- Mis sirvientes, porque a causa de la confianza que me tienen mis hijos, me desobedecen contínuamente.

- Dígame Su Señoría, cuando muera quién heredará sus propiedades, sus hijos que tanto le desobedecen, o sus buenos y obedientes sirvientes?
- Mis hijos claro, solo ellos tiene derecho a herencia.

- Todo lo bueno que haga Su Señoría será bienvenido, pero le coloca en la categoría de Sirviente.
Si usted quiere heredar la vida eterna, debe recibir la adopción de Dios..
.
Y eso es por Gracia, a través del arrepentimiento, y fe en el sacrificio de Jesús entregado por causa de nuestras transgresiones y resucitado para nuestra justificación.

Y amén!


De Charles Dickens y de por Sus Obras les Conoceréis...


Corrígeme si estoy equivocado, pero se ha hecho en tu nombre, o al menos en el de tu família, dijo Scrooge.

Hay algunos en esta tierra tuya, contestó el Espíritu, que afirman conocernos, que hacen sus obras de pasión, orgullo, maldad, odio, envidia, demagogia y egoísmo en nuestro Nombre, estos son tan extraños a nosotros y a todo lo que somos como si nunca hubieran nacido.
No te olvides nunca de esto, para que puedas cargar sus hechos en ellos, no en nosotros.

Charles Dickens, Cuento de Navidad.
Touché...