Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 14 de junio de 2011

Del Significado Soteriológico de la Parábola del Buen Samaritano...


La parabola del buen samaritano, una de las más conocidas de la Palabra, esconde una interpretación de significado soteriológico que pasa desapercibida para la mayoría de los cristianos.

Dicha parábola nos habla de un viajero que es asaltado por ladrones, y dejado herido en el camino
Mientras un sacerdote y un levita pasan de largo dejando al viajero a su suerte, un samaritano tiene compasión del viajero y le ayuda.

Ahora bien, aunque la enseñanza superficial de la parábola es la de hacer ver quién es tu prójimo -aquel que está cerca de ti- dicha parábola guarda una interpretación soteriológica profunda.

En efecto, en el contexto inmediato estamos viendo que el Señor está explicando al joven legalista, cómo alguien puede ser salvo, cómo alguien puede heredar la vida eterna.
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?
Para ello, el Señor toma la figura de un viajero que se desplaza de Jerusalén -la ciudad santa por excelencia- a Jericó -ciudad maldita-.
30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó...
Su camino es un camino de alejamiento de Dios, un descenso de la santidad a la maldición, es decir, el Señor nos está hablando de la humanidad.

A lo largo del camino, experiencia vital, el viajero sufre las consecuencias de su alejamiento, se su cercanía al Mal, de ahí que sea asaltado, golpeado y desvalido,
y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
La impotencia del viajero es total, y solo la ayuda exterior puede aliviar su estado.

Sin embargo, las primeras personas que se cruzan con el viajero, no le ofrecen ayuda alguna,
31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.

32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
El sacerdote y el levita, representan como nadie la religión en la sociedad judía.

Ahora bien, está diciendo el Señor que la religión es incapaz de salvar a nadie?

No, el Señor está condenando la religiosidad sin Misericordia,
23 !!Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.
Mateo 23
La religión sin Misericordia es incapaz de levantar al caído en su descenso espiritual, pues
2 Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.
1 Corintios 13
Ahora bien, el Señor da un giro inesperado a la historia, al introducir a un samaritano misericordioso,
33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
La inclusión de un samaritano se explica en el hecho de que si no fuera por el estado caído y de desamparo del viajero, este rechazaría a su Salvador.
9 La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
Juan 4
Un Salvador que acude a donde se encuentra el viajero -Monergismo- un Salvador que cura unas heridas cuya profundidad alcanza lo espiritual, un Salvador que lleva al viajero a un lugar de reposo, un Salvador que encarga -al Paráclito- el cuidado del viajero en su ausencia...
34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.

35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
Qué es lo que causa la acción caritativa del samaritano?

Su Misericordia.

Nada bueno hay en el viajero, nada digno de honra, nada puede dar el viajero como pago por la ayuda pues había sido despojado de todo, nada en él, pues ni siquiera es capaz de pedir ayuda,
4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y Su amor para con los hombres,

5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por Su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,

6 el cual derramó en nosotros abundantemente mediante Jesucristo nuestro Salvador,

Tito 3
La parábola demuestra que solo hay dos caminos para ir a Dios, uno es el cumplimiento de la Ley,
25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna?

26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees?

27 Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.

28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Un cumplimiento que está más allá del alcance del ser humano, a causa de su egoísmo natural,
29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Y el otro Camino es la pura Misercordia de Dios, el único que llega a su fin, pues uno de los fines de la parábola es demostrar que la Salvación es por Gracia,
4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por Su gran amor con que nos amó,
5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo, por Gracia sois salvos,
6 y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús,
7 para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de Su gracia en Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 Porque por Gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;9 no por obras, para que nadie se gloríe.

Efesios 2
Mientras meditáis en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...