
Escuchadme, porque esto liberará a muchos de vosotros.Paul Washer
Te levantas una mañana bien temprano, tienes un momento de calma sintiendo la presencia de Dios, estudias la Palabra, parece que Dios te habla directamente a ti, sales fuera a testificar a todo el mundo, y eres obediente...
Y chico, ese día lo hiciste todo bien, quiero decir que te sientes como en la cima del mundo.
Has amado a tu esposa, no has dado ninguna patada al gato, tú... has caminado con Dios, y estás tan feliz al final del día.
Pero al día siguiente te levantas tarde porque no tendrías que haberte quedado viendo la tele hasta tan tarde, sientes que no deberías estar en el mundo, ni testificas cuando tienes una buena oportunidad, y te sientes lleno de una profunda tristeza...
Sabes qué es eso?
Idolatría.
Te has convertido en la fuente de tu propia felicidad, tu alegría depende de tu trabajo.
Pero no, nuestra alegría solo puede venir del trabajo consumado por Jesucristo.
Una buena ilustración sobre por qué el egocentrismo a la larga es destructivo:
No dura y acaba dejándote con una terrible sensación de indefensión, tan pronto tu ídolo se derrumba.
Y al mismo tiempo, una buena ilustración del por qué seguimos adelante a pesar de nuestros muchos problemas:
La fuente de nuestra alegría se encuentra más allá de nosotros.