Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



sábado, 7 de enero de 2012

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto... (19)

Dios está más interesado en nuestra santidad que en nuestra comodidad, se deleita más en la integridad y pureza de Su Iglesia, que en el bienestar material de sus miembros.

Se manifiesta más abiertamente a hombres y mujeres que
a su vez se deleitan en Él en obediencia, que no en aquellos hombres cuyos horizontes giran alrededor de buenos trabajos, casas hermosas, y una salud razonable.

Dios está más interesado en edificar un templo que es Cuerpo en el que Su Espíritu mora que no en preservar nuestro prestigio, más dispuesto en manifestar Su Gracia que en alabar nuestra inteligencia, más preocupado en la Justicia que en nuestra tranquilidad, más comprometido en engrandecer nuestra fe que en nuestra popularidad, prefiere que Su Pueblo viva en un agradecimiento disciplinado y felicidad santa que en una autoconfianza y felicidad deslumbrantemente engañosa, Dios quiere que busquemos nuestra muerte al Yo a diario, no nuestra autorealización personal, pues lo último lleva a la muerte y lo primero a la Vida.

La gente no gravitará alrededor de la santidad, oración, obediencia a la Palabra, fe y gozo en el Señor, sin un esfuerzo nacido y conducido por la Gracia de Dios.

Tendemos hacia una cómoda transigencia y lo llamamos tolerancia, tendemos hacia la desobediencia y lo llamamos libertad, tendemos hacia la superstición y lo llamamos fe, caemos en la indisciplina de la pérdida de control y lo llamamos desahogo, tendemos perezosamente hacia la falta de oración y nos engañamos pensando que hemos escapado al legalismo, nos deslizamos hacia una vida sin la presencia de Dios y creemos que nos hemos liberado...

D. A. Carson, A Call to Spiritual Reformation
Touché...


De que No Hay Pecado que no Reciba Su Pago...


10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Juan 8:10-11
Un par de reflexiones rápidas.

La primera es que llamada al perdón de pecados debe ir siempre acompañada de la exortación a no pecar más.
Esto no es negociable.

Y la segunda es que hay una diferencia notable entre nuestro perdón a quien nos ofende, y el perdón de Jesús.
En efecto, porque la única razón por la que la mujer adúltera no fue condenada es porque Jesús lo fue en su lugar.

Mientras meditáis en este par de cosas, dad gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...