Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



lunes, 30 de enero de 2012

De que el que Habla en Justicia Es Grande para Salvar...


1 ¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra, con vestidos rojos? ¿éste hermoso en su vestido, que marcha en la grandeza de su poder?
Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.

2 ¿Por qué es rojo tu vestido, y tus ropas como del que ha pisado en lagar?
3 He pisado yo solo el lagar, y de los pueblos nadie había conmigo; los pisé con mi ira, y los hollé con mi furor; y su sangre salpicó mis vestidos, y manché todas mis ropas.
4 Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado.

Isaías 63
Qué clase de Rey es este que llevó una sola vez ropas púrpuras y corona, y solo para diversión de sus ejecutores?

El Mesías que habla en justicia, y es grande para salvar, que ayer manchó sus ropas con su sangre, pero que mañana las cubrirá con la de los pueblos.

Quién es este que vence la Muerte muriendo?
Es el Mesías de la locura, el anuncio imposible de creer, el Dios que muere y el hombre que resucita, el Hijo que tuvo principio, pero cuyo Reino no tendrá jamás final, la Palabra que da Luz en el Principio, y anuncia la Luz en el Final, el Rey que humilla a los grandes y hace grandes a los que se hacen pequeños, el Renuevo que hace nuevas todas las cosas, el Pan de Vida que vive muriendo y muere para dar Vida, mi hermano, mi Torah, mi Señor, mi Salvador, la única esperanza para que todos los que colgamos de una cruz como criminales, y tras confesar nuestros pecados en arrepentimiento, oramos una oración que es ruego:
Acuérdate de mí Señor...