Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



miércoles, 20 de octubre de 2010

De que en la Predestinación Dios Es Parcial... pero No Injusto

Cuando el arminiano critica la doctrina de la predestinación en base a que es injusta para el no escogido, demuestra que no la comprende y además tira piedras contra su propio tejado.

En efecto, defender que Dios es injusto al escogerte a ti y no a mí, es lo mismo que decir que Dios fue injusto cuando escogió a Abram y no a Harán, o a Jacob y no a Esaú o a Israel y no a Egipto.

Qué aprendemos cuando vemos que Dios elige a unos y no a otros?


Que Dios es parcial.

No obstante, esto no implica injusticia ni tampoco significa que Dios haga acepción de personas como veremos en esta entrada.

En efecto, para entender bien la doctrina de la predestinación, simplemente hay que tener claro cuál es el punto de partida.

Porque si se cree que todos los hombres merecen el perdón de sus pecados, la Salvación, ser adoptados por Dios y recibir vida eterna en comunión con Él por toda la eternidad, pero tras escudriñar las Escrituras uno se da cuenta que Dios les arrebata sus derechos innatos y lanza a la mayoría al infierno...

Dios aparece perverso y malote como pocos.

Pero cuando se tiene claro que no hay nada que pueda hacer el ser humano que le amerite ser salvo, no hay nada que pueda ofrecer para que se le perdonen todos sus pecados, ni para ser adoptado por Dios y recibir vida eterna en comunión con Él por toda la eternidad, cuando se tiene claro que todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios, cuando se comprende que Dios no está obligado a dar Gracia a ningún hombre pues lo que en realidad merece es condenación, cuando comprende que lo Justo es que cada uno sea juzgado de acuerdo a sus obras pues todo ser humano es responsable de sus actos...

Entonces y solo entonces, uno entiende por qué Dios nos dice que somos salvos por Gracia, no por obras, solo entonces entendemos qué es la Misericordia de Dios y finalmente entendemos las palabras de pablo,
13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.

14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios?
En ninguna manera.

15 Pues a Moisés dice: Tendré Misericordia del que yo tenga Misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.

16 Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene Misericordia.

Romanos 9
La humanidad no es una gran nación que merece ser tratada de igual manera de modo que si uno fuera salvo, el de al lado mereciera ser igualmente salvo, la humanidad -desde la entrada del pecado en el mundo- está formada por un marabunta de criminales condenados por un juez Justo.

No hay uno justo nos dice Pablo, y solo comprendiendo que todo ser humano está condenado, se valora en su justa medida la Misericordia de Dios.

En efecto, la Salvación, todas las promesas que son en Jesús solo pueden ser recibidas por la Misericordia de Dios, pues todos pecaron y están destituidos de la Gloria de Dios, lo cual imposibilita a ningún ser humano a conseguir la Salvación.

De esta misma imposibilidad nos hablaba el Señor Jesús en el siguiente pasaje,
26 Ellos se asombraban aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo?

27 Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, mas para Dios, no; porque todas las cosas son posibles para Dios.
Marcos 10
John Warburton ofrece una ilustración genial para demostrar que Dios no es injusto cuando escoge a unos y deja a otros.

Warburton supone el caso de una dama que va a un orfelinato y -de entre cientos de niños- escoge a uno, le adopta para hacerle heredero de todo...

Y deja a los demás.

Habría podido escoger a otros, ya que disponía de los medios, pero escogió solo a uno. dice, ¿Dirá usted que la mujer es injusta, o parcial, o quizá mala por haber escogido en el ejercicio de su indiscutible derecho y privilegio a ese niño únicamente, para que disfrutase de las comodidades de su hogar y para que fuese heredero de sus posesiones, dejando a todos los demás, posiblemente a perecer en necesidad, o a hundirse en la miserable condición de niño de la calle?

Ciertamente no, no había nada que obligara a la damisela en cuestión a tener que adoptar a un niño, o a dos, o a todos...

Warburton prosigue, ¿Ha oído usted alguna vez a alguien acusar de injusticia o de maldad a quien ha procedido de esta manera? ¿No se consideran mas bien encomiables dichas acciones, y al hablar de ellas hablan en los más altos términos del amor, la piedad y la compasión de las personas que así proceden?

Sin duda alguna sí...

Ahora bien, ¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué no objetan que fue injusto que no escogieran a uno en particular, y no a otros, o a todos?
La razón es esta: porque los hombres saben -como también nosotros sabemos- que todos esos niños estaban exactamente en la misma condición y que ninguno de ellos tenía el más mínimo derecho sobre la persona cuya voluntad y placer fue adoptar a uno como suyo propio...
¿Ve usted alguna diferencia entre la dama y este acto de Dios?


No hay nada, absolutamente nada que amerite a un ser humano a recibir todas las promesas que son en Jesús.
No hay nada que le haga a alguien merecedor de ser adoptado por Dios, de recibir vida eterna, de ser perdonado por sus pecados, nada, ni penitencias, ni oraciones, ni nada...
No hay nada que obligue a Dios a tener que dar vida eterna, adoptarla y estar en comunión con ella, a toda criatura que el Señor tenga a bien crear.

Nada.

De ahí que Dios sea Misericordioso cuando -por Gracia, es decir, no por nada que nosotros hayamos hecho- nos ofrece las promesas que son en Jesús.

Sigamos con Warburton.

Los niños en el orfelinato no tenían derecho alguno sobre la dama.
Ni tampoco tenían derecho sobre Dios los hombres caídos, y la elección de Dios, justamente por ser libre e inmerecida, fue justa y correcta.

Y esta libre e inmerecida elección de antemano por parte de Dios a la luz de la ruina que el hombre trajo sobre sí mismo, es todo lo que la doctrina calvinista de la predestinación significa.


Exacto una vez se tiene en mente que no hay nada que obligue a Dios a tener que entregar todas las promesas que recibimos en Jesús, se comprende mejor el título de la entrada.

En efecto, es cierto que Dios es parcial, que escoge a Israel y no a la India, a Abraham sobre Harán, a David sobre Eliab, pero sin ejercer injusticia pues tan justo es salvar a Pablo -que nada merece- como a los tipos que apedrearon a Esteban -pues mientras los segundos le asesinaban, el primero aprobaba dicha acción-.

Por eso decimos que Dios es parcial pero no injusto, pues tan justo es escogerte a ti como no hacerlo y tratarte como mereces... pues Dios creó el mundo para manifestar Sus atributos.

Exacto, primero tenemos el de la Justicia.

El señor creó a los seres humanos, le dio la capacidad de distinguir entre el bien y el mal, les hizo responsables de sus actos, y les juzgará a cada uno con Justicia.

Es lo más Justo, cierto?
Nadie obliga al marido adúltero a engañar a su esposa, ni al violador a violar a su víctima.

Es su libertad, su responsabilidad elegir hacer el bien o el mal.

De ahí que leamos que Pablo nos dice que
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,

15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,

16 en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.

Romanos 2
Cuando una persona que jamás ha escuchado las Buenas Nuevas de Dios, decide de modo natural -no por ninguna fuerza externa- apartarse de todo mal, ayudar a los necesitados, no abusar de su posición, etc... demuestra la Ley natural, la Ley moral que Dios ha impreso en todos los seres humanos.

Exacto, sabemos que todo el mundo sabe qué está Bien por la sencilla razón de que cuando es objeto de un Mal, lo reconoce como tal.

Es decir, todo el mundo sabe que no hay que aprovecharse del débil, porque cuando uno sufre abusos por parte de alguien más fuerte, percibe claramente la injusticia de dicha acción.

Por tanto, todos y cada uno de los seres humanos glorificará -resaltará- la Justicia de Dios el Día del Juicio.

Pero la Gracia, la Misericordia, es también parte del carácter de Dios, por tanto, cómo manifiesta Dios Su Gracia, Su Misericordia?

A través de los que somos salvos por Jesús.

En efecto, en realidad, todo el Plan de Salvación tiene un fin, y este es glorificar la Gracia de Dios,
3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,

5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su Voluntad,

6 para alabanza de la gloria de su Gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,

7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su Gracia
,
Dios nos adoptó para alabanza de la gloria de Su Gracia, de ahí que debamos predicar el Evangelio como la manifestación de la Gracia de Dios, ya sabes, Porque por Gracia sois salvos mediante la fe, no por obras, para que nadie se gloríe.

Como he dicho antes, Dios creó el mundo para manifestar Su carácter.

Mediante los redimidos por Jesús manifestará Su Gracia.
Mediante el resto Su Justicia.

De ahí que digamos que el ser humano fue creado para glorificar a Dios, pues mientras unos glorificarán Su Gracia, otros glorificarán Su Justicia.

Por todo lo escrito en esta entrada es por lo que entendemos que Dios es parcial pero no injusto, pues lo más justo es darle a cada uno lo que merece.

Pero ojo, no querría que esta última frase se prestara a equívocos, Dios nos da Gracia sin dejar de observar Su Justicia, pues el castigo que merece nuestro pecado cae sobre el Señor Jesús, tal como predica el Evangelio.

Mientras meditais en todo esto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...