Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 12 de septiembre de 2010

De que Todo Unicitario Debe Entender que Sin Trinidad, No Hay Salvación... (7)


En la entrada anterior he hablado brevemente sobre la humildad de la Palabra de Dios lo cual es patente no solo en su encarnación como ser humano, si no en su sumisión al Espíritu.

Pero ojo, que Jesús se sometiera al Espíritu no quiere decir que dentro de la Trinidad, el Espíritu Santo esté por encima del Hijo, pues la Palabra nos revela que el Verbo -en su papel de Hijo- tiene autoridad y primacía sobre el Espíritu.

Es esto contradictorio?
En absoluto, en seguida lo veremos claramente.

Es cierto que el Verbo tuvo que someterse a la guía del Espíritu por mor de su ministerio como Mesías sufriente, y sin embargo, no es verdad que la Palabra nos dice claramente que una de las funciones del Espíritu Santo es la de honrar y darle Gloria al Hijo?
(Pst, pst, esto debe ayudarnos a separar las buenas iglesias pentecostales de las malas.

En efecto, toda iglesia pentecostal cuyo centro sea el Espíritu Santo y no el Cristo, no viene de Dios pues contraviene la Voluntad de Dios para con el Espíritu y el Hijo...)
Pero veamos un aspecto interesante en la relación del Hijo con el Espíritu Santo para comprender algo más la Trinidad,
26 Mas el Confortador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 14
El Espíritu Santo -que es enviado- tiene la función de recordar, de hacer comprender a los creyentes las enseñanzas de Jesús, y no es esto lo mismo que dice Jesús de sí mismo en su relación con Dios el Padre?
49 Porque yo no he hablado por mi propia cuenta; el Padre que me envió, él me dio mandamiento de lo que he de decir, y de lo que he de hablar.

50 Y sé que su mandamiento es vida eterna. Así pues, lo que yo hablo, lo hablo como el Padre me lo ha dicho.

Juan 12
Veis el paralelismo?

El Hijo -que es enviado por Dios el Padre- da a conocer a los hombres la Voluntad de este último.
24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.
Juan 14
El Espíritu Santo -que es enviado por el Hijo- da a conocer a los hombres las enseñanzas de este último.

La Trinidad es una locura maravillosa que hemos de estudiar y analizar cuidadosamente pues el Plan de Salvación de Dios -en el cual están involucrados Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo- nos revela el carácter de Dios.

Pero al principio de esta entrada he dicho que una de las funciones del Espíritu Santo es la de honrar y darle Gloria al Hijo.
En efecto, nadie puede valorar la figura de Jesús como Salvador, como Mesías, como Palabra de Dios encarnada, sin la acción del Espíritu Santo.

Esto nos lo dijo Jesús mismo,
26 Pero cuando venga el Confortador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
Juan 15
El Espíritu Santo no busca Su propio protagonismo si no el de Jesús, del mismo modo que Jesús no buscaba su propio protagonismo sino el de Dios el Padre.
49 Respondió Jesús: Yo no tengo demonio, antes honro a mi Padre; y vosotros me deshonráis.

50 Pero yo no busco mi gloria; hay quien la busca, y juzga.

Juan 8
Y también,
30 No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.
Juan 5
En efecto, o es que no recordamos a Jesús apartándose de la misma multitud que quería hacerle rey...?

Del mismo modo que uno de los ministerios de Jesús fue dar a conocer la Palabra de Dios, uno de los ministerios del Espíritu Santo es dar a conocer a la Palabra: Jesús.

En efecto, el ser humano -en su estado natural- es ciego y sordo a las cosas de Dios.

Es incapaz de entender que hay más bendición en dar que en recibir, o que es más importante servir que ser servido...

Es necesaria la acción regeneradora del Espíritu Santo para que el hombre renazca a Dios, es necesario que el Espíritu arranque el corazón de piedra del hombre, y le dé un corazón de carne que le permita amar a Dios más que a sí mismo, es necesario todo esto para que dicho hombre pueda escuchar las palabras de Jesús, creerlas y ver la Gloria de Dios en el rostro del Señor.

En otras palabras, el Espíritu Santo no busca Su propia Gloria si no la de Jesús,
13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.

14 El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.

Juan 16
Y he aquí la acción maravillosa de la Trinidad llevando a cabo el Plan de Salvación de Dios, pues Dios el Padre envía al Hijo que se encarna en un simple ser humano -Jesús de Nazaret- el cual lleva una vida de perfecta santidad en el poder del Espíritu Santo.

De esta manera, Dios el Hijo -como un cordero expiatorio sin mancha- accede a cargar en él el castigo que nos habría correspondido a nosotros, su pueblo.

Una vez resucitado y glorificado, el Hijo envía al Espíritu Santo, el cual, no solo revela al pueblo de Dios el Evangelio de Jesús, si no que moldea a imagen del Señor (Santificación) a todos y cada uno de los miembros del antes mencionado pueblo.

Pero como tal vez toda esta información a muchas personas les resulte complejo, lo dejaré aquí por el momento para que se pueda asimilar bien.

Mientras tanto dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...