Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



sábado, 4 de febrero de 2012

De las Diferencias entre Romper Reglas, y Traicionar a Quien Se Ama...


Y ahora leo cada día el Catecismo de Westminster y las cartas de Calvino, me dice pensando que Dios está más interesado en nuestra teología, que en nuestro fruto.

Pero que a quien mucho amó, mucho se le perdonó, no solo quiere decir que si tu leer mucho, no te lleva a amar mucho, es porque no has entendido nada, si no que si yo hablase como Pablo o Juan, y no confiara en mis obras para Salvación, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe...

Que si mi sistema teológico careciera de contradicción alguna, y fuera capaz de hacer una exégesis correcta de todo pasaje, y me supiera de memoria las citas cruzadas, y no tengo amor, nada soy...

Que si fuera capaz de refutar toda herejía, y me deleitara en las obras de los puritanos, y predicara los sermones de Spurgeon, y no tengo amor, de nada sirve
, pues la diferencia entre los fariseos de antaño y los presentes es meramente doctrinal, y la diferencia entre ellos y las ovejas del Señor es la entrega desinteresada al prójimo, por Aquel que mucho perdonó.

Leo a Desmond Tutú afirmar que quien cree que la seguridad del Amor de Dios en nuestras vidas, abre una puerta a la laxitud moral, es porque nunca se ha enamorado, pues el Amor es muchísimo más exigente que Ley alguna, y pienso con tristeza en la facilidad que tiene el ser humano para contaminar las cosas de Dios, reduciendo toda Escritura a un mero formulismo analítico, la mente del Señor a reglas matemáticas, y el Amor de Dios a una inerte teología, escrita no en corazones de carne, sino en frías tablas de piedra, ignorando que lo más maravilloso de los latidos del corazón, no es su regularidad matemática.

Ya has escrito antes sobre esto Rents.
Cierto, pero ahora estoy escribiendo para mí...

Qué clase de persona es aquella incapaz de ver la diferencia entre romper una regla y traicionar a quien se ama?
Aquel que nunca ha amado, que ni entra ni deja entrar.

Para garantizar que andaremos el Camino, Dios promete un nuevo corazón, porque aunque las reglas se rompen con la mente, las traiciones se perpetran con el corazón, porque aunque nuestro cerebro es capaz de inventar lo imposible para hacer aceptable toda desobediencia, no hay corazón que permita vivir engañando a quien se ama.

Me amas más que estos?

Tú sabes Señor, tú sabes...