Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 5 de junio de 2012

De los Puños Cerrados de Henri Nouwen...

Siempre había creído que la mayoría de los cristianos cerrában los puños para poder pegar mejor a sus hermanos.
Pero Nouwen me ha hecho cambiar de opinión.
Querido Dios,

Tengo tanto miedo de abrir mis puños!
Quién seré cuando no tenga nada a qué aferrarme?
Quién seré cuando esté delante tuyo con las manos vacías?

Por favor, ayúdame a que abra gradualmente mis manos para que descubra que no soy lo que tengo, sino lo que quieres darme.
Y lo que quieres darme es Amor.
Eterno e incondicional.

Amen...

Henri Nouwen
Brutal.
Tenemos las manos tan ocupadas con lo mundano, que no nos queda espacio para recibir nada de Dios...