Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



miércoles, 7 de septiembre de 2011

De Escatologías en los que No Se Ve...


17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de Gloria;
18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.
2 Corintios 4:18
Fíjate en la última frase, y ten cuidado de no malinterpretarla.

Pablo no nos habla de distinciones metafísicas sobre lo material -transitorio- y lo inmaterial -eterno- pues la causa de la imperceptibilidad de las cosas que no se ven, no es su inmaterialidad.

En efecto, la distinción que establece Pablo no es metafísica sino escatológica.

Lo que no se ve es lo que se espera -el nuevo Cielo y la nueva Tierra- pero no se ve porque sea inmaterial, sino simple y llanamente porque todavía no ha llegado.

Porque es importante aclarar esto?

Por cómo se relaciona con el versículo anterior.

Exacto, pues Pablo entiende el tener en mente lo que se espera, lo que todavía no vemos pero vendrá, como aquello que nos ayudará a ver las aflicciones presentes como leves y momentáneas, y así no desfallecer por el peso de estas.


Mientras meditáis en todo esto, dad gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...