Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 8 de noviembre de 2012

De Jesús como la Ley Eterna de Dios, y el Nuevo Pacto de Dios en el Diálogo de Justino Mártir con Trifón...

Pero no confiamos a través de Moisés o a través de la Ley, pues entonces estaríamos haciendo lo mismo que vosotros.
Pero ahora, pues he leído que habrá una Ley definitiva, la mayor de todas ellas, la cual es imperativa que todos los hombres la cumplan, tal como muchos buscan la herencia de Dios.
Porque la Ley promulgada en Horeb es hecha vieja ahora, y os pertenece solo a vosotros, pera la otra es para todos universalmente.

Ahora bien, una Ley puesta contra la otra ha abrogado la que era antes que ella, y un Pacto que viene después de esta manera, ha puesto fin al anterior.
Y una Ley eterna y final -es decir, Cristo- ha sido dada a nosotros, y este Pacto es confiable, contra el cual no hay ley, ni mandamiento, ni ordenanza.

No has leído esto en lo que Isaías dice, 'Estad atentos a mí, pueblo mío, y oídme, nación mía; porque de mí saldrá la ley, y mi justicia para luz de los pueblos.
Mi justicia se acerca rápidamente, y mi Salvación se pondrá en camino, y las naciones confiarán en Mi brazo?'
Y Jeremías, aludiendo al mismo Pacto habla de este modo, 'He aquí que vienen días, dice Yahwé, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto'.
Si, por tanto, Dios proclamó un Nuevo Pacto que debía ser instituído, y éste para Luz a las naciones, vemos y estamos persuadidos que los hombres se acercan a Dios, dejando sus ídolos y otras injusticias, a través del Nombre de Aquel que fue crucificado, Jesúcristo, permaneciendo por sus confesiones incluso hasta la muerte, y manteniendo la piedad.


Además, mediante las obras y los milagros que las asisten, es posible para todos entender que Él es la Nueva Ley, y el Nuevo Pacto, y la esperanza de aquellos que saliendo de todo pueblo esperan las buenas cosas de Dios.
Porque el verdadero Israel espiritual, y los descendientes de Judá, Jacob, Isaac y Abraham -que en su incircuncición fue aprovado y bendito por Dios por su fe, y fue llamado Padre de muchas naciones- lo somos nosotros que hemos sido guiados por Dios a través de este Mesías Cristo crucificado'.

Diálogo de Justino Mártir con Trifón, Cap. XI
Imperdible...