Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 7 de abril de 2011

De que Si Hablas como Jacob, Tus Manos No Deben Ser las de Esaú...


Decía Zac Poonen, Si no vives lo que predicas, no subas al púlpito.

Cierto, pero no solo eso, si no vives lo que predicas no hables de las cosas de Dios.

No solo porque es la misma hipocresía que deploraba el Señor, sino porque tampoco darás fruto.
21 E Isaac dijo a Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no.

22 Y se acercó Jacob a su padre Isaac, quien le palpó, y dijo: La voz es la voz de Jacob, pero las manos, las manos de Esaú.

23 Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú; y le bendijo.

Génesis 27
En efecto, si tu forma de vida no va a la par de tus palabras, estas no serán tenidas en cuenta.

Si hablas como Jacob, pero tus manos son las de Esaú, si predicas que hemos de servirnos unos a otros, pero solo buscas protagonismo, si hablas de perdonar pero quien te la hace la paga, si vives lo contrario de lo que predicas... tus palabras no tendrán impacto alguno sobre los demás, pues no serás nada más que un hipócrita que dice pero no hace.

Pero el Señor dice que su Palabra nunca vendrá vacía, replica el hipócrita.

Cierto, y no lo hace, pues tu decir y no hacer sirve para mostrar quién es un buen ejemplo de lo que es un mal ejemplo, no obstante, no te sorprendas de que tus palabras no produzcan fruto espiritual en los demás, pues tienes las manos llenas de pelos.

Mientras meditáis en todo esto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...