Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



miércoles, 16 de noviembre de 2011

De la Ausencia del Mar en la Nueva Tierra...


1 Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.
Apocalipsis 21:1

Que el mar no exista más en la Apocastástasis es un argumento más a favor de la necesidad de interpretar el Apocalipsis de modo alegórico, pues en las Escrituras, el Mar se suele relacionar con la muerte, el Caos, la ausencia de orden divino,

2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
Génesis 1:2
Este desorden llega a su fin mediante la acción de la Palabra de Dios,
3 Y dijo Dios...
Esto explica que tras la Restauración de todas las cosas mediante la obra sacrificial de la Palabra, no encontremos ni rastro de caóticos oleajes, de ahí que no debamos buscar muerte entre los que Viven.

En efecto, Pablo nos recuerda que las cosas que se escribieron fueron para nuestra enseñanza, de ahí que aprendamos que el Génesis habla de nosotros, del anuncio de la Redención de toda la Creación mediante la obra del Mesías Cristo, de ahí la necesidad de la predicación, pues es la acción de la Palabra lo único que puede reestablecer el orden perdido, y transformar el Caos en Orden, la tristeza en Gozo, el llanto en Risa, la muerte en Vida.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...