Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 10 de junio de 2010

De Errores Doctrinales que Hacen Mover el Dedito a Calvino (7)


Leo con pasmo y terror en el Párrafo 6º del Catecismo,
966 "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del cielo y elevada al trono por el Señor como Reina del universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los Señores y vencedor del pecado y de la muerte"
El dogma de la impecabilidad de María es sencillísimo de refutar si uno se arma de la Palabra de Dios.

Al menos eso dice siempre el dedito de Calvino, no es cierto?

Preguntémosle a ver qué nos dice Su Dactilaridad.


Dedito...

Dediiiiiito...

HABLAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGH!

Ahahá, no es hipnótico su meneillo?

Pero qué es lo que nos dice el simpático apéndice?

Que por un lado tenemos un argumento clásico empleado por los protestantes para refutar la impecabilidad de María y que ya fue mencionado en la entrada De que María Fue Altamente Favorecida pero No Llena de Gracia, ahá, me refiero a nuestro viejo amigo Lucas 1:47 donde María dice
47 Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Fijémosnos que María no dice Dios el Salvador sino Dios MI Salvador.

En efecto, nadie inmaculado necesita un Salvador pues solo los pecadores necesitan ser salvados.

No obstante, por el otro tenemos un argumento nuevo y muy sencillo.
Debo haber leído el pasaje en cuestión miles de veces pero nunca había caído en ello hasta que el dedito me lo señaló.

La cita que nos da la clave se encuentra en Mateo 11,
9 Pero ¿qué salisteis a ver? ¿A un profeta? Sí, os digo, y más que profeta.

10 Porque éste es de quien está escrito:
He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz,
El cual preparará tu camino delante de ti.

11 De cierto os digo: Entre los que nacen de mujer no se ha levantado otro mayor que Juan el Bautista; pero el más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
El mismo Señor Jesús nos dice en este pasaje que el más grande que ha nacido jamás de mujer era Juan Bautista.

Juan bautista, no su madre...

Pero cacho Dedito, podría argumentar un devoto mariano, El texto no dice que María no pecara!

Es cierto, pero acto seguido el Dedito desmontará argumentos católicos con dogmas católicos.

Como sabemos que Juan Bautista necesitaba ser bautizado, y para los católicos en el Bautizo se ritualiza el perdón de los pecados, hemos de deducir que el Bautista era pecador.

Veamos esto en la Escritura, la única fuente de autoridad,
13 Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.

14 Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser bautizado por ti, ¿y tú vienes a mí?

Mateo 3
Juan Bautista, al igual que María, eran consciente de su pecado, de su debilidad, de la necesidad de un Salvador.

Si el catolicismo quiere ser coherente debe corregir este olvido y nombrar inmediatamente a Juan Bautista algo realmente pomposo, pues según el Señor, es mayor que María...

Sea como sea, podemos decir con la Biblia en la mano que María era sin mancha?

No, más bien al contrario.

Podemos decir que era un ser humano perfecto como repetidamente afirman los católicos (La Santísima Virgen María es la Nueva Eva, la Mujer perfecta, llena de gracia y virtudes, concebida sin pecado original...)?

No, pues Juan Bautista era según el Señor mayor que ella y Juan era pecador.

Por tanto, ni una cosa ni otra.

Mientras meditáis sobre ello dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...