Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 15 de enero de 2012

De Theopoiesis, Plenitudes y el Morar Mútuo en Dios...



46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?
Maeo 27:46
Cuando los padres de la iglesia oriental hablaban de theopoiesis, o theosis, no aludían a la divinización del creyente como se creía en las iglesias occidentales, a causa de su ignorancia, sino a aquella obra de Dios en la que se da a Sí mismo, nos adopta como hijos, nos unge con el Espíritu de la promesa, y -mediante la obra del Hijo, el Mesías hombre ungido por Su Espíritu- nos hace entrar en comunión con Él, de manera que la humanidad del creyente permanece intacta, pues la Nueva Criatura es el Nuevo Hombre, no un pequeño dios.

En efecto, el Justo por los injustos, es hecho pecado no pecador, para que al experimentar la separación total, podamos vivir en comunión total, por y en el Amor de Dios.

Somos Uno en el Mesías, reunidos en el Pastor, para vivir en la total comunión de su Amor, de ahí que Pablo insista tanto en recordarnos que en el Mesías Cristo -en quien mora la plenitud de la divinidad- mora en nosotros por el Espíritu, pues por este morar mútuo y arraigados en Amor, somos capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, y de conocer el Amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, llenándonos hasta la medida de toda la plenitud de Dios...

Y amén!

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...