Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



jueves, 10 de mayo de 2012

Del Talmud Babilónico y las Sanaciones de los Discípulos de Jesús...

Una de las fuentes no cristianas del llamado 'Jesús histórico' es el Talmud babilónico.
Entre las cosas que dicho libro dice de Jesús y sus discípulos, se encuentra la capacidad de algunos de sus seguidores de sanar enfermos.

Sin embargo, dado que al igual que los Evangelios se atribuye a dichos poderes u orgigen no divino, el Talmud afirma igualmente que es mejor morir que beneficiarse de los milagros de los Minim, es decir, los herejes que seguían a Jesús como su Mesías.

La siguiente historia aparece en distintas partes del Talmud, aunque lo cierto es que con ligeras variaciones.
Nadie debe tener relación alguna con los Minim, ni tampoco puede ser curado por ellos, ni aunque sea por una hora de vida.

Una vez le pasó a Ben Dama, el hijo de la hermana del rabino Ismael, que fue mordido por una serpiente y Jacob de Kefar Sekinah lo vino a sanar, pero el rabino Ismael no se lo permitió...
Su alma partió y él murió.

Inmediatamente el rabino Ismael exclamó:
Feliz tú Ben Dama, porque fuiste puro en cuerpo e igualmente tu alma te abandonó en pureza, y tú no has cometido una trasgresión...

Quien haya tenido relaciones con un minim puede resultar atraído por ellos
.
Aboda Zarah 27b, Talmud Babilónico
Lo interesante es que estos textos no niegan dichas sanaciones, ni se advierte contra ellas por ser falsas e ilusorias, sino que por el contrario el Talmud advierte contra ellas por otra razón:
No son canónicas, es decir, no son realizadas por algún miembro del rabinato y por tanto, son de origen sospechoso, heréticas.

No niegan el fenómeno, sino que sospechas de su origen porque los que realizan los milagros, no les siguen.

Ahora bien, cómo sabemos que el tal Kefar Sekinah era un discípulo de Jesús?
Porque lo dice el mismo Talmud babilónico en otra escena, veámosla,

Me encontré con uno de los discípulos de Jesús el Nazareno, de
nombre Jacob de Kefar Sekinah, que me dijo:
'Está escrito en tu Torah, No introducirás el precio de una prostituta en la casa del Señor tu Dios.
Destinarías ese dinero para levantar un lugar reservado al Sumo Sacerdote?'.
A lo cual no repliqué.

Él me dijo,
'Así fue enseñado por Jesús el Nazareno, Porque por el precio de una prostituta fueron reunidos y por el precio de una prostituta serán devueltos.
Vinieron de un lugar repulsivo, déjales ir a un lugar repulsivo'.

Estas palabras me complacieron mucho, y esa es la razón por la que fue arrestado por apostasía, pues transgredí palabras escrituriales, 'Apártate lejos de ella -lo cual se refiere a un minim- y no vengas siquiera a la puerta de su casa -lo cual se refiere al poder dominante-.

Abodah Zarah 17a. Talmud Babilónico
Esta segunda escena es un tanto confusa, pero podríamos deducir que el dinero que el autor del relato iba a entregar al Templo era el cambio recibido tras haber solicitado los servicios de una prostituta.

Sea como sea, ambas escenas se me antojan tan curiosas como interesantes.