Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 23 de septiembre de 2012

De que Quien Abraza la Imagen Perdida Reniega de Dios...

6 [...] 'Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo'.
Salmo 64:6b
Que el corazón sea profundo y engañoso quiere decir que el ser humano es un misterio no menos profundo, que lo que creemos conocer es una ilusión, y lo que desconocemos un misterio.

Mi persona es creada, pero transciende lo creado, de ahí que C.S.Lewis dijera que jamás hemos hablado a un simple mortal.
No es preciso, pues los reprobados de Dios desaparecerán en el Olvido una vez hayan pagado lo que Su Justicia reclama, pero la idea se entiende, pues en cada uno de nosotros hay un pedazo de Transcendencia.

Pero miramos a Dios para Comprender, y al mirarle comprendemos por qué el ser humano es un misterio incomprensible:
Es la imagen del Misterio Incomprensible por excelencia, Dios.

Y he ahí la paradoja, pues que la esencia del ser humano sea ser imagen de Dios, es igualmente la razón por la que podemos empezar a comprenderle.

Cierto, porque o el ser humano es imagen del Misterio, o ha perdido dicha imagen, de modo que nos encontramos con lo siguiente: Que quien niega lo humano rechaza lo divino, y quien abraza la imagen perdida reniega de Dios.

Y si Dios es Unidad en 'koinonia', el ser humano debe reflejar exactamente eso, con lo que para ser Yo debo ser Nosotros, de acuerdo a la 'koinonia' de Dios, y todo lo que salga de ahí, no es nada más que una canción desafinada en Yo menor:

Soledad.