Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



lunes, 6 de diciembre de 2010

De que el Purgatorio Demuestra que el Catolicismo No Cree en la Suficiencia del Sacrificio de Jesús... (1)

En un debate surgido a partir de una entrada sobre si el Espíritu Santo puede abandonar al creyente, un adscrito al catolicismo, citó Gálatas 5:4 como evidencia de que uno puede caer de la Gracia y perder subsecuentemente su Salvación...
4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la gracia habéis caído.
Bien, pero eso no es eso lo que Pablo nos está diciendo en ese pasaje, tal y como veremos en seguida.


Antes de nada contexto.
Pablo dirige esta a carta a los convertidos en la provincia de Galacia, es decir, a aquellos convertidos por su labor ministerial.

No obstante, al poco de marchar, Pablo contempla desazonado cómo los gálatas se han desviado de la Verdad de su Evangelio.

Y en qué consiste esta desviación?

En introducir las obras como medio para ser salvo, es decir, en rechazar que uno es salvo por Gracia, no por obras.

El ejemplo perfecto de esto es una idea introducida por los judaizantes: la necesidad de la circuncisión.
1 Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

2 He aquí, yo Pablo os digo que si os circuncidáis, de nada os aprovechará Cristo.

3 Y otra vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a guardar toda la ley.

4 De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la Gracia habéis caído
.
Pablo no está diciendo Ojo gálatas con lo que haceis porque si no obrais como es debido, el Espíritu os abandonará, lo que está diciendo es precisamente lo contrario de lo que defendía el susodicho católico, es decir, que si uno pone su confianza para ser salvo en esfuerzos humanos, se desliga de la Gracia que es en Cristo Jesús.

Desarrollemos un poco esto, y relacionémoslo con el dogma del purgatorio.

La inmensa mayoría de las religiones del mundo son constructos humanos que ponen en el centro al hombre, es decir, busca glorificar al hombre haciéndole partícipe de logros espirituales, ya sabes, acude a misa los domingos, ve a los estudios bíblicos, guarda el sábado... haz estas cosas hermano, y a diferencia de todos aquellos que no lo hacen, serás salvo.

Pero el cristianismo, hace como único responsable de la Salvación a Dios, no al hombre, y esto con el fin de eliminar todo rastro de orgullo en el ser humano.

Los primeros, los que creen que su obrar les sirve para ganar favores por parte de Dios, los que obran con el fin de acumular méritos delante del Señor, los que confían en sus esfuerzos humanos para estar a buenas con Dios, están según Pablo en la carne, mientras que los que, para ser salvos, confían exclusivamente en el trabajo redentor del Señor Jesús en la cruz, están en el Espíritu.

Cuando un católico confía en sus penitencias como modo de satisfacer una falta, demuestra que no confía en Dios, que en realidad no cree el Evangelio.

El susodicho cree que la confesión del pecado, el arrepentimiento genuino no es suficiente para recibir el perdón por parte de Dios, de ahí que sienta que hace falta algo más, de ahí que tenga que buscar algo que la sangre de Cristo no pudo limpiar, lo cual se da de bruces con la Palabra,
13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Tito 2
Es su falta de fe lo que le lleva a obrar y a cumplir mil y una penitencias, es su falta de fe lo que no le permite aceptar que la sangre de Cristo le haya limpiado de todo pecado, justo lo contrario que lo que el Señor nos repite una y otra vez en Su Palabra,
21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22
En efecto, un ejemplo maravilloso de la falta de fe en la suficiencia del sacrificio de Jesús es el dogma del purgatorio, el cual es según el Catecismo,
Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su salvación eterna, sufren una purificación después de su muerte a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en el gozo de Dios.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1030.
En otras palabras, el sacrificio de Jesús estuvo genial pues nos ha salvado, pero ya sabes, la sangre de Jesús no fue suficiente para purificar a su Iglesia, de ahí que haga falta algo más...

Un católico cree que es salvo cuando es bautizado, y cree que finalmente podrá tener comunión con Dios si por un lado, limpia mediante sus obras (penitencias, oraciones, misas...) los pecados cometidos en vida, y si por el otro, limpia tras su muerte (en el purgatorio) las manchas que ni sus obras, ni el sacrificio de Jesús pudieron limpiar.

El catolicismo no cree que la Salvación -y todas las promesas que son en Jesús- sea una Gracia, no cree en la suficiencia del sacrificio de Jesús, de ahí que inunde de legalismos su doctrina.

Gracias a Dios, el cristiano que vive en el Espíritu, está limpio de todo pecado cuando pone su fe verdadera en el sacrificio de Jesús, observemos cómo la Palabra nos repite esto una y otra vez,
5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

[...]

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos.

Isaías 53

2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Juan 2

27 que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Hebreos 7

10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre.

11 Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

14 porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

Hebreos 10
Cuando uno lee sobre el purgatorio, lo primero que se pregunta es, qué pecado es aquel que Cristo no pudo limpiar? qué es aquello tan horrible que la sangre de Cristo no fue lo suficientemente válida como para cubrir?

Lo irónico del caso es que el purgatorio no purifica pecados graves sino pequeños, lo cual lo complica todo aún más.

La clave como siempre está en creer o no creer el Evangelio, y el Evangelio es esto: Que el Verbo de Dios se encarnó en un ser humano como nosotros, que llevó una vida sin pecado como hombre en el poder del Espíritu, que aceptó voluntariamente cargar sobre él nuestros pecados, y que resucitó como demostración que su sacrificio había sido aceptado.

Si crees esto de todo corazón, tus pecados te son perdonados, y ya eres libres para vivir por y para Dios.

En entradas posteriores demostraré por qué los pasajes que tradicionalmente se emplean para apoyar la doctrina del purgatorio no tienen base alguna.

Mientras tanto, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...


51 comentarios:

Emilio Alegre dijo...

Tú tienes defectos, Renton, pecadillos, impurezas. Menos que yo, seguro, pero los tienes. Y sin embargo, si mueres, según tu doctrina, vas al Cielo directo, revestido de la sangre de Cristo, pero con tus impurezas humanas debajo.

Según la doctrina católica, tú estás revestido por la sangre de Cristo, pero esas impurezas humanas también han de ser purificadas por esa misma sangre de Cristo antes de llegar al Cielo.

Y yo me pregunto:

¿Quién entra más puro al Cielo, el de la doctrina de Renton o el de la doctrina católica? Y si la misma sangre de Cristo ha servido para purificar a uno y a otro, ¿a quién lo ha purificado más? ¿Cuál de las dos doctrinas atribuye más capacidad purificadora a la sangre de Cristo?

Renton dijo...

Longinos:
tienes defectos, Renton, pecadillos, impurezas. Menos que yo, seguro, pero los tienes. Y sin embargo, si mueres, según tu doctrina

No según mi doctrina, según la Palabra de Dios.

No estamos confrontando un catecismo contra otro para ver cuál es más coherente, estamos explicando qué nos dejó Dios en Su Palabra.

Longinos:
si mueres, según tu doctrina, vas al Cielo directo, revestido de la sangre de Cristo, pero con tus impurezas humanas debajo.

No hermanito, dices eso porque no entiendes qué paso en la cruz.

Jesús ocupó mi lugar, pagó por todos mis pecados y me imputó su justicia, la vida sin pecado que vivió.

Por eso quien cree en él tiene acceso al Padre, porque es purificado, ha muerto en la cruz y ya ha pagado por todos sus pecados.

Recuerdas los versículos de la entrada?

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22

No hay nada por pagar, ya estoy muerto, por fe me he unido a Cristo y en él no hay pecado.

Por eso Juan nos dice que aborrezcamos el pecado, pero que si pecamos, no pensemos que hemos perdido la vida eterna.

1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el Justo.

2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.

1 Juan 2

Juan destaca la justicia de Jesús pues es esa justicia la que recibimos por fe.

Nadie con pecado puede estar en comunión con Dios de ahí que el único Camino sea a través de Jesús.

19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne

Hebreos 10

No hay pecados por pagar pues Jesús no se limita a borrar nuestros pecados, no atribuye su justicia.

No se trata de ponerse a pensar qué pasa con esos pecadillos, con esas manchitas que tenemos pues Jesús pagó por todos mis pecados para permitirme andar como él anduvo.

Y por todo ello le doy gracias a Dios cada día!

:D

Emilio Alegre dijo...

Pero tú no nadas como Él anduvo, Renton. Tú no estás completamente santificado.

Emilio Alegre dijo...

Y no lo digo por ti, claro, aún más lo digo por mí.

Emilio Alegre dijo...

Y sí es tu doctrina, Renton, porque es tu interpretación de la Escritura. A menos que te consideres infalible interpretando la Escritura, claro.

Renton dijo...

Longinos:
tú no andas como Él anduvo, Renton. Tú no estás completamente santificado.

Obvio, la santificación es un proceso que dura toda la vida del creyente, un proceso largo, costoso y muy duro a través del cual el creyente renuncia a sí mismo, lucha con su pecado y se moldea a imagen de Jesús.

Longinos:
Y no lo digo por ti, claro, aún más lo digo por mí.

No te preocupes, eso no es una ofensa, es pura lógica.
Es muy bueno tener presente lo lejos que estamos todavía, por mucho que seamos completamente diferentes a cuando creímos, nunca hemos de pensar que ya hemos llegado a la meta,

9 y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;

10 a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,

11 si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.

12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.

13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Filipenses 3

Te lo he dicho en más de una ocasión, recuerdas?

No confundas Salvación con santificación, la primera es obra de Dios y nosotros no tenemos parte, en la segunda colaboramos con el Espíritu Santo que mora en nosotros.

Blessings!

:]

Renton dijo...

Longinos:
Y sí es tu doctrina, Renton, porque es tu interpretación de la Escritura.

De qué modo interreptas tú,

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22

:|

Emilio Alegre dijo...

Bien. No creas, Renton, no confundo santificación con salvación, tengo muy presente eso en todo lo que hablo contigo.

Estamos de acuerdo en que la santificación dura toda la vida. Pero hay veces en que la santificación no llega a completarse en la vida. Por ejemplo, si yo ahora me voy a la cama y me muero tranquilamente, con mis múltiples imperfecciones, apegos y desobediencias, puedo estar en ese caso. Esos casos son los que se salvarán, claro, porque estaban justificados, pero "como pasando a través del fuego", en palabras de San Pablo que ya hemos comentado otras veces. ¿Cómo si no voy a completar mi purificación? Porque al Cielo hay que entrar, por supuesto justificado, pero también completamente purificado, santo, irrepresible.

Colosenses 1, 21-22 lo intrepreto precisamente así. Porque todas las obras que redundan en nuestra santificación tienen valor por los méritos de Cristo, sólo gracias a él nos purifica nuestra obediencia y nuestra paciencia en el Señor, a las que además, nos mueve su gracia. Sólo por sus méritos podemos ser purificados finalmente en el Purgatorio para entrar al Cielo santos e irreprensibles, con un alma enteramente purificada por su sangre.

Renton dijo...

Longinos:
¿Cómo si no voy a completar mi purificación? Porque al Cielo hay que entrar, por supuesto justificado, pero también completamente purificado, santo, irrepresible.

Exacto, y qué crees que hizo Jesús en la cruz?

Jesús ocupó tu lugar, pagó lo que tendrías que haber pagado tú, te redimió, literalmente te compró.

Decir que queda algún pecado por pagar es no creer que la propiciación que presentó Dios -Dios mismo hecho carne pero sin pecado- no fue suficiente.

En la cruz Jesús pagó por tus pecados, y te imputó su justícia, la vida sin pecado que durante toda su vida trabajó.

Es decir, Jesús en la cruz pagó por tus pecados, por todos ellos.

Longinos:
Sólo por sus méritos podemos ser purificados finalmente en el Purgatorio para entrar al Cielo

No, pagó por tus pecados, para que pudieras acceder -ya sin mancha- al Lugar Santísimo.

Eso es justo lo que nos dice esos versículos.

Eso, y no que gracias a él ahora podrás estar acceder al purgatorio para completar lo que la sangre de Cristo, la propiciación que Dios mismo presentó, no pudo hacer.

Biblia en mano, no hay purgatorio.

Anónimo dijo...

Entonces alguien imperfecto puede ir al cielo?

¿La imperfección es compatible con el Cielo? ¿Los que se salvan son sólo los perfectos?

No, se pueden salvar imperfectos, pasando a través del fuego perfeccionador que también obra por el sacrificio de Cristo, a menos que confundamos salvación con santificación.

Anónimo dijo...

Porque si una persona muere, y su proceso de santificación no ha podido continuar, ¿cómo va a entrar con sus impefecciones en el cielo? Sería como decir que sólo los perfectos se salvan. No confundamos salvación y santificación.

Renton dijo...

Anónimo:
Entonces alguien imperfecto puede ir al cielo?

Obviamente NO.

Cómo se le perdonan a uno los pecados?

Cuando pone su fe en Jesús, pues el Señor en la cruz pagó por todos los pecados de su pueblo, de su iglesia.

As simple as that.

Renton dijo...

Anónimo:
Porque si una persona muere, y su proceso de santificación no ha podido continuar, ¿cómo va a entrar con sus impefecciones en el cielo?

Sin duda alguna esperando en una sala grande y espaciosa a esperar que se purifiquen aquellos pecados que la sangre de Dios no pudo limpiar...

Tu pregunta demuestra que no crees la promesa de Dios.

Quien cree en el sacrificio de Jesús tiene acceso al Lugar Santísimo.

18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.

19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

Hebreos 10

Tómalo o déjalo, pero no prediques un evangelio anatema...

:|

Anónimo dijo...

Si el proceso de perfeccionamiento y santificación dura toda la vida, ¿cómo es que quien muere, interrumpiendo así ese proceso, está perfecto para entrar en el cielo? le ruego me lo explique.

Renton dijo...

Porque Dios decide cuando una persona está lista para ir a Él.

O es que crees que uno decide cuando muere...?

:\

Anónimo dijo...

Entonces la gente creyente que muere imperfecta ¿está lista para ir al cielo? ¿Dios los llama, aun siendo imperfectos?

¿O quiere usted decir que Dios espera a que los creyentes sean perfectos para llamarlos al cielo? ¿?

Renton dijo...

Anónimo:
Entonces la gente creyente que muere imperfecta

Qué parte de,

13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,

14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

Tito 2

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22

18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.

19 Así que, hermanos,teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,

20 por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne,

Hebreos 10

... no entiendes?

Quien está EN Cristo -y estamos por fe- está limpio de todo pecado.

La repsuesta a por qué hay católicos que pecan tanto a pesar de hacer rutinariamente todos los sacramentos es que en realidad, esas personas no han recibido el Espíritu Santo y por consiguiente, nunca han formado parte de la Iglesia de Dios.

Anónimo dijo...

1 Juan 1:

8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

Emilio Alegre dijo...

Renton, es la sangre de Cristo la que nos purifica, aquí o en el Purgatorio. No lo olvides cuando criticas la idea del Purgatorio, salvo que quieras contestar a tu propia idea del Purgatorio, no a la de la Iglesia.

Renton dijo...

Anónimo:
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.

Por supuesto, Juan dice eso para contrarestar las doctrinas de los gnósticos.

10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.
1 Juan 1

Longinos:
Renton, es la sangre de Cristo la que nos purifica, aquí o en el Purgatorio.

Si la sangre de Cristo nos purifica no hace falta purgatorio.

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22

Os ha reconciliado...

Su sangre nos limpia de todo pecado.

6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;

7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 1

La idea del purgatorio niega la suficiencia del sacrificio de Jesús para borrar todo pecado.

Emilio Alegre dijo...

Renton says:
"Si la sangre de Cristo nos purifica no hace falta purgatorio".

A menos que sea la propia sangre de Cristo la que acaba nuestra purificación en el Purgatorio.

La purificación no es instantánea como la salvación, Renton. Es una obra que dura toda la vida, y que a veces no se completa ni en toda la vida. Por eso existe el Purgatorio al que se refiere Pablo cuando habla del que se salvará pasando a través del fuego. Por eso Jesús dice implícitamente que hay pecados (leves) que se perdonan en el otro mundo, cuando habla del pecado contra el Espíritu Santo y nos dice que no se perdonará "ni en este mundo, ni en el otro".

Emilio Alegre dijo...

... Por eso los cristanos siempre hemos orado por los difuntos. Por los que van al infierno es inútil (están condenados). Los que van al Cielo no lo necesitan. Los cristianos siempre han orado en Cristo por sus difuntos por si estaban en el Purgatorio, para ayudarles a purificarse.

Renton dijo...

Longinos:
A menos que sea la propia sangre de Cristo la que acaba nuestra purificación en el Purgatorio.

Repito,

21 Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora (Jesús) os ha reconciliado

22 en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;

Colosenses 1:21-22

Esto es lo que nos dice Dios una y otra vez en Su Palabra, el perdón de mis pecados en Jesús, pues en la cruz, él estaba recibiendo el castigo que yo merezco por mis pecados.

Si tú crees que tras la muerte todavía queda algo por purificar, es tu problema.

Emilio Alegre dijo...

Renton, no sé si te has dado cuenta de que estamos respondiendo a dos preguntas distintas sobre la purificación necesaria para presentarnos no sólo inmaculados, sino santos, ante Dios:

1. Cómo se produce nuestra purificación

2. Cuándo se produce esa purificación

El texto que citas de Colosenses nos dice cuál es la causa, el medio por el que se obra nuestra purificación: la unión de la persona justificada con el sacrificio meritorio de Cristo. Pero ahí no se dice cuándo sucede eso.

Por tanto, si me preguntas cómo somos purificados, diré que uniéndonos al sacrificio de Cristo en la cruz. Si me preguntas cuándo, diré que a lo largo de la vida y con la muerte, y si eso no basta, en el Purgatorio. Nada hay en el texto que citas que lo contradiga, creo yo.

Emilio Alegre dijo...

No sé si es que te confundes con eso de que nos reconcilió "por medio de la muerte". Se refiere no a nuestra muerte, sino a la suya. Es su muerte, la muerte sufrida en su carne, la que nos reconcilia con Dios.

Renton dijo...

Longinos:
no sé si te has dado cuenta de que estamos respondiendo a dos preguntas distintas sobre la purificación necesaria para presentarnos no sólo inmaculados, sino santos, ante Dios:

1. Cómo se produce nuestra purificación

2. Cuándo se produce esa purificación


Emilio, eso tiene lugar en el momento en que creo, en el momento en que pongo mi confianza en el sacrificio de Jesús, cuando creo que él ocupó mi lugar en el juicio: la cruz, cuando creo de todo corazón que pagó el precio que yo merecía... entonces soy salvo, declarado Justo, limpiado por mis pecados.

No somos purificados a etapas, el castigo que merece una alma manchada de pecado es la muerte, y ese precio fue pagado por Jesús.

2 Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo.
1 Juan 2

Quien cree en Jesús -con fe de lo alto- es declarado Justo por Dios.

1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo;
Romanos 5

Justo.

Desde cuándo a los justos les falta algo para entrar en comunión con Dios?

Y sobretodo no te olvides de algo,

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.
Romanos 8

Qué sentido tiene que Dios nos llame para Salvación, que controle toda nuestra santificación, pero que cuando muramos tengamos que purgar los pecados...

Que Él permitió que cometiéramos?

El purgatorio implica que a Dios Su plan le falló de algún modo, pues no solo hay pecados que la sangre de aquel a quien Él mismo puso como propiciación, no pudo limpiar, sino que además, su mala previsión fuerza a tener que acabar de hacer los deberes fuera de plazo...

Es todo demasiado absurdo.

:|

Emilio Alegre dijo...

Renton, no digas que es absurdo lo que no le cuadra a tu cabecita.

El sacrificio de Cristo no sólo vale para imputarnos su justicia, sino también para purificarnos y hacernos santos. No sólo para que seamos reputados santos, sino para hacernos santos de verdad. ¿Entiendes cuando te digo que el valor del sacrificio de Cristo es aún mayor de lo que piensas, od e lo que creo que piensas? Porque el sacrificio de Cristo no sólo va a perdonarte los pecados, no sólo te va a hacer aparecer como justo y santo en Cristo a los ojos del Padre, sino que vas a comparecer inmaculado y santo ante Él, porque lo serás, aunque ahora no lo seas todavía del todo.

Por eso no me afecta nada cuando dices que el Purgatorio significa que el sacrificio de Cristo no funcionó del todo. ¡Al contrario, precisamente el Purgatorio es una muestra más del valor no sólo suficiente, sino sobreabundante, del sacrificio de Cristo! Porque vamos a entrar verdaderamente purificados y santos en el Cielo, gracias a los méritos de Cristo.

Esa idea de que el Purgatorio restaría efectividad al sacrificio de Cristo, confundirá a algunos católicos poco formados y poco fieles, pero no los que conocemos la doctrina de la Iglesia.

Renton dijo...

Emilio, si cuando mueres, no puedes acceder al lugar santísimo todavía, es porque alguien (Padre, Hijo o Espíritu Santo), no ha hecho bien Su trabajo...

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El Estudiante dijo...

"es porque alguien (Padre, Hijo o Espíritu Santo), no ha hecho bien Su trabajo..."

Más bien es porque Dios quiere acabar su trabajo. Para eso el Purgatorio, para que Dios acabe lo que Él mismo empezó, y que sólo Él puede acabar.

Bendiciones!

Alonso Gracián dijo...

Lo que transforma y santifica a una persona creyente es la Gracia. Es un proceso por el que Dios transforma y cristifica al sujeto dócil a su Gracia.

Si la identificación con Cristo de un creyente (santificación= cristificación) no ha sido total en esta vida, -pues el proceso de santificación puede ser largo-,

el Señor la completa tras la muerte, porque el Señor siempre acaba su obra

Si la cristificación no se ha realizado total y perfectamente, no por insuficiencia de Gracias del Señor, que envió todas las Gracias necesarias y más que necesarias,

sino por insuficiencia o imperfecciones del sujeto creyente en cuestión, que no fue absolutamente dócil a todas las Gracias y no se dejó cristificar por completo,

el Señor acaba su obra en dicha persona cuando Él quiere.

Y el Señor, que es omnipotente, puede querer perfectamente terminar de santificar al que todavía no cree digno de entrar en su Morada, "para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él"
Colosenses 1:21-22

Dios hace lo que quiere y cuando quiere, en esta vida o en la otra, cuando cree oportuno

Renton dijo...

Alonso:
Más bien es porque Dios quiere acabar su trabajo.

Todos los pecados del creyente son perdonados enel momento que pone su fe en Jesús, pues el Señor pagó por todos ellos en la cruz.

Todo lo que salga de ahí no son nada más que mentiras para sacar el dinero a la gente, o no recordáis que el cisma lo provocó la avaricia de las indulgencias?

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El Estudiante dijo...

No estamos hablando del perdón de los pecados, amigo Renton, sino de la cristificación total del ya perdonado!

Bendiciones!

Renton dijo...

Basta Alonso, la idea del purgatorio ya no es una fuente de dinero, no hace falta defenderla a capa y espada.

:|

Emilio Alegre dijo...

Más bien, Renton, a mí me parece que la avaricia de las indulgencias fue usada como excusa para separarse de la Iglesia, por parte de aquellos que se consideraban a sí mismos justos, pero no actuaron realmente como tales.

De todas formas, la doctrina del Purgatorio la profesamos los cristianos desde que nuestros antepasados rezaban por los muertos; es decir, desde los tiempos apostólicos, y jamás ha dejado de hacerse en la Iglesia. Ni por los del Cielo ni por los del Infierno tiene sentido rezar. ¿Vosotros no rezáis por vuestros difuntos?

Renton dijo...

Longinos:
a mí me parece que la avaricia de las indulgencias fue usada como excusa para separarse de la Iglesia

Qué nos dice Pablo de los avariciosos?

11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.
1 Corintios 5

Qué otra cosa podríamos haber hecho?

O se está con Dios o contra Él.

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Emilio Alegre dijo...

Bueno, lo primero es no ser uno mismo uno de esos. Y no lo digo por ti, Renton. Mira el ejemplo de san Francisco, él si fue un reformador, con su propio ejemplo.

Lo segundo es la corrección fraterna. Primero, en privado; luego, en público. Santa Catalina de Siena le echaba unas broncas al Papa que pa qué... Y mira la que le echó San Pablo a San Pedro.

Lo tercero es seguir los consejos de Jesús con los fariseos hipócritas: hacer lo que dicen, pero no lo que hacen.

Lo cuarto, evitar a los recalcitrantes y buscar a los que se comportan como se debe, para apoyarse mutuamente y hacer frente a los que lo hacen mal.

Y lo quinto, pero no menos importante, rezar por ellos.

Renton dijo...

Y cuando no te hacen caso y te excomulgan, apartarse de ellos y ser fiel al Señor.

De eso va todo, de ser fiel a Dios pues si quisiera agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.

:]

Emilio Alegre dijo...

La carita sonriente supongo que será porque estás de guasa, si dices que eso es lo que hicieron Lutero o Calvino, por poner los dos ejemplos más conocidos.

Renton dijo...

Emilio, me importa un pito Lutero, Calvino, y la madre que los parió, a mi me importa seguir a Dios y el resto que se hunda.

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Emilio Alegre dijo...

Pues me parece muy raro que los cristianos de todas las épocas, que han rezado por los difuntos, no fueran fieles al Señor. San Agustín dice: "una lágrima se evapora, una flor se marchita, sólo la oración llega a Dios". En tiempos de San Pablo, hasta se bautizaban por los muertos, como sabes.

Es Calvino quien estaba equivocado, Renton. Sabía tanto de interpretar la escritura como Zapatero de economía.

Renton dijo...

Emilio, desde el siglo primero había quien predicaba que Jesús no era Dios, una herejía no deja de ser herejía por el hecho de ser muy antigua.

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Emilio Alegre dijo...

Bueno, el primero que predicó que Jesús no era Dios fue Arrio, en el siglo III, se le echó encima toda la cristiandad, y si no hubiera sido por el apoyo fáctico del poder imperial y godo en numerosas ocasiones, el arrianismo no habría durado ni dos telediarios. Recibió anatemas a diestro y siniestro, y hasta se convocó un concilio de toda la Iglesia para refutar su doctrina. Existen sermones, cartas, discusiones, etc., que dan fe de la polémica contra una doctrina perversa. Ahora, ha revivido el arrianismo, con el materialismo y la secularización, y con sectas como los Testigos de Jehová o los mormones, pero su doctrina está rechazada desde San Atanasio. Ni católicos, ni ortodoxos, ni evangélicos aceptarían jamás esa herejía.

Sin embargo, todos los cristianos han estado rezando por sus difuntos, desde las primeras comunidades hasta ahora. No existió nunca polémica, todo lo contrario: existen numerosos textos desde los primeros siglos que encarecen esta práctica, numerosísimas oraciones por los difuntos, etc. y sólo a los protestantes, en el siglo XVI, se les ocurrió decir que eso estaba mal. Sospecho por qué: no bastaba denunciar el exceso con el tema de las indulgencias, hacía falta algo más para apedrear a la Iglesia e imponer la propia doctrina. Por eso, el libro II Macabeos "no vale" para los protestantes. No era cuestión de la Palabra de Dios, sino de la ambición humana, de situarse por encima, de comer del árbol del bien y del mal. El que lo provocó es el que siempre divide, el padre de la mentira, el Demonio.

Renton dijo...

Emilio, crees realmente que cuando uno decide -después de ver el nefasto comportamiento de aquellos que dicen representar a Dios- apartarse de los susodichos aún a costa de la propia vida, lo hace por ambición...?

Dios no es esquizofrénico Emilio, hasta que no entiendas esto seguirás esclavo de tu iglesia.

Emilio Alegre dijo...

Precisamente porque entiendo que Dios no es esquizofrénico, tengo la enorme alegría de estar en la Iglesia que fundó para guiarnos, una alegría que ni siquiera merezco.

Los protestantes del siglo XVI no se apartaron sólo de los que se comportaban mal, se apartaron de la Iglesia, de toda la Iglesia, y al hacerlo, se apartaron del Cuerpo de Cristo. Y con su vida, demostraron que lo que les movía no era precisamente el amor de Cristo. Todo lo contrario que a los verdaderos reformadores, como San Francisco de Asís, a quien Dios mismo le encargó: "Francisco, repara mi Iglesia, que amenaza ruina".

Piensa en lo que acabas de decir, Renton, y piensa que la Iglesia no puede haber estado equivocada durante siglos y siglos. Fue Calvino el que se equivocó, no Cristo ni el Espíritu Santo. Mil dificultades no hacen una sola duda.

Renton dijo...

Longinos:
tengo la enorme alegría de estar en la Iglesia que fundó para guiarnos

Pues sigue en ella Emilio, eso sí, no intentes defender tus dogmas Biblia en mano pues ésta los contradice todos.

Longinos:
piensa que la Iglesia no puede haber estado equivocada durante siglos y siglos

Tu problema es que no crees tus propias palabras.

La Iglesia está formada por todas aquellas personas que han recibido el Espíritu Santo, no por todas aquellas personas que dicen tener fe y utilizan la fe para conseguir objetivos mundanos.

La Iglesia de Dios siempre le ha sido fiel, y esta estaba formada no por los jerifaltes pertenecientes a la nobleza que ostentaban los puestos de poder y cometían todo tipo de desmanes, estaba formada por aquellas personas que su día a día, evidenciaba la presencia de Dios en ellos.

Y basta ya del rollo de Calvino, ya te he dicho que ser calvinista no es dcir amén a todo lo que dijo o hizo Calvino, el calvinismo es un método que consiste en ajustarse a la Biblia y no añadir ni quitar nada.

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Emilio Alegre dijo...

Renton, ¿son los "jerifaltes malísimos" los que llevan rezando por sus difuntos desde el siglo I hasta el XXI, o son los buenos cristianos, sean quienes sean, los que llevan veinte siglos haciendo eso movidos por su fe y por el Espíritu Santo, que mueve su oración?

La doctrina de la Iglesia no es lo que hacen ni lo que dicen un puñado de señores, aunque sea el Papa, sino lo que es verdaderamente doctrina de la Iglesia, que puedes encontrar en el Catecismo resumida.

Una vez hablé con un católico que había sido evangélico y le pregunté qué le había movido a hacerse católico. Me dijo: tenía mucho interés por estudiar, y me pregunté cómo habían interpretado la Palabra los cristianos de los primeros siglos, y empecé a leer los escritos de aquella época (no sé si sabes que se conserva muchísimo). Y me encontré que lo que aquellos hombres ya creían, era lo mismo que hoy sigue enseñando la Iglesia Católica.

Ni Cristo se equivocó al fundar su Iglesia, ni el Espíritu Santo se ha descuidado al ayudarla a interpretar la Palabra de Dios y mantenerse en ella. En cambio, los protestantes introdujeron en el siglo XVI novedades que no venían del Espíritu Santo, y para eso tuvieron que eliminar la Palabra no escrita de Dios, las enseñanzas de todos los que les habían precedido, y hasta algunos libros de la Biblia que no cuadraban.

La verdad nos hace libres, Renton.

Renton dijo...

Sigues sin comprender.

No se trata de protestantes buenos, católicos malos, se trata de que los únicos redimidos por Jesús son aquellos que reciben el Espíritu Santo.

Longinos:
Y me encontré que lo que aquellos hombres ya creían, era lo mismo que hoy sigue enseñando la Iglesia Católica.

Desde que te conozco, lo único que he hecho ha sido demostrarte con la Palabra en la mano, de que eso es simple y llanamente mentira.

A modo de ejemplo la Santa Cena...

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Emilio Alegre dijo...

Bueno, Renton, no quiero ser pesado. Un abrazo y Feliz Navidad. No podré escribir en estos días. Espero que sean para ti, tu familia y tus más allegados, días de gran alegría y que el Niño Jesús os bendiga. ¡Un abrazo!

Renton dijo...

Un abrazote Emilio y que Dios te bendiga!

:]

El Estudiante dijo...

Amigo Renton, un abrazo muy fuerte.
Feliz Navidad y el Amor del Niño-Dios,

alabado sea por los siglos de los siglos.

Dios te bendiga

Renton dijo...

Un abrazote bien gordo para ti y los tuyos Alonso, y que Dios os bendiga al celebrar no el nacimiento de Jesús una vez al año, sino su muerte y resurrección todos y cada uno de los días!

Bendiciones!

:]