Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



martes, 11 de diciembre de 2012

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto... (52)

Y por último, si haces reposar tu creencia en Jesús como Salvador y Señor en la veracidad de la Biblia -basándote en su verdad y poder para transformarte mediante tu relación con Jesús- entonces rayas la idolatría.

Jesús es el mensaje teológico de las Escrituras.
Luther sabía esto tanto como Calvino.

Pero los fundamentalistas ponen la Escritura sobre Jesús cuando intentan hacer la fe en él dependiente de la inerrancia bíblica.
La Biblia, por tanto, se vuelve el don de Dios en el lugar de Jesús, cuando debe ser y es lo contrario.
La Biblia es el envoltorio del Don que es Jesús, y creo en ella a causa de él.

Y eso no comporta tener que creer en la precisión absoluta y técnica de cada frase que leemos en la Escritura.

Roger Olson
Cierto, la Biblia es la Palabra de Dios y contiene Sus Verdades, pero no es nada más que una señal de tránsito que apunta a una realidad superior que se encuentra en el Cristomesías de Dios...

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