Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 13 de mayo de 2012

De la Recompensa que Permanece de 1 Corintios 3:14...

11 Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
12 Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca,
13 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.
14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa
.
1 Corintios 3:11-14
De qué tipo de recompensa está hablando Pablo?
La clave está en la palabra permanecer.

Cierto, una cosa es estudiar pintura o una lengua, y recibir una buena nota una vez finalizados satisfactoriamente dichos estudios.
La recompensa es puntual, concreta y justa, pero limitada en el tiempo.
El gozo es menor, pues no permanece...

Pero infinitamente mayor es la recompensa que es integrada a nosotros al permanecer definitivamente en nosotros.

En otras palabras, mayor que recibir puntualmente una buena nota por haber estudiado provechosamente pintura o un idioma es la recompensa que se obtiene por ser capaz de pintar lo que uno tiene en mente, o leer un texto en la lengua original del autor, pues el gozo de lo segundo -al ser permanente- es infinitamente mayor que el primero.

Esta es la razón por la que Pablo dice más adelante que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Nada que hacemos en Cristo es en vano porque permanecerá, y permanecerá porque será integrado a nosotros.

El fuego del juicio nos revelará nuestro crecimiento en Cristo, de ahí que Juan diga que los que andan en el Amor de Dios tendrán confianza en el juicio porque como es él, así seremos nosotros en este mundo.

En efecto, porque una cosa es recibir una recompensa por haber andado como él anduvo puntualmente en vida, pero infinitamente mayor es la recompensa que se articula de ser definitivamente transformado a imagen de Cristo, pues la recompensa que se desprende de ello es contínua al permanecer en nosotros por toda la eternidad.

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...

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