Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 1 de enero de 2012

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto... (17)


(Para Pablo) todo siempre acaba con y en Cristo.
Él es el punto final, él es la explicación de su vida, y toda su perspectiva vital.

Cristo es el todo-suficiente para toda circunstancia, para toda eventualidad, y para toda posibilidad.
La vida cristiana no es simplemente una filosofía, no es solo un punto de vista, no es solo una enseñanza que tomamos e intentamos poner en práctica.
Es todo eso e infinitamente mucho más.
La auténtica esencia de la vida cristiana, de acuerdo a las enseñanzas que encontramos a lo largo ancho del Nuevo Testamento, es que se trata de una fuerza poderosa entrando en nosotros.
Es una vida, si quieres llamarlo así, que palpita en nosotros.
Es una actividad, una actividad de parte de Dios.

(Los cristianos) no son solo hombres que han abrazado cierta teoría que intentan poner en practica, sino que es Dios haciendo algo en y a través de ellos.
Nuestros pensamientos más elevados, nuestras aspiraciones más nobles, todas y cada una de nuestras acciones más justas vienen y son de Dios, pues se trata de algo que nace en nosotros a través de Él.

Se trata de la actividad de Dios, no simplemente la nuestra (Filipenses 3:10), y no es difícil encontrar a Pablo diciendo exactamente lo mismo en algunos pasajes de otras epístolas (Efesios 1:19,20; 2:10).
20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
Efesios 3:20
Esto es característico de la doctrina neotestamentaria, y si no hemos sido capaces de detectarlo nos hemos perdido uno de los aspectos más gloriosos de la vida cristiana.

Esta es la razón por la que volvemos una vez más a algo que no me canso de citar, es decir, la definición favorita de John Wesley de lo que es un cristiano, una definición tomada de un libro de Henry Scougal,
'La vida de Dios en el alma del hombre'.
El cristiano no es simplemente un hombre bueno, decente y moral.
La Vida de Dios ha entrado en él, y es precisamente esa energía, ese poder, y esa vida aquello que le hace peculiar y específicamente cristiano.

Martyn Lloyd-Jones, Spiritual Depression

Y amén...


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