Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



lunes, 26 de diciembre de 2011

De Citas de Esas Tan Buenas que No Te Cansas de Releer de Tanto en Tanto... (15)

Podemos mirar en una iglesia, prácticamente en cualquier iglesia, y descubrir a alguien que, a pesar de que se le ha presentado un evangelio de amor, hay quien sutilmente necesita convertirlo en un evangelio de odio para poder aceptarlo.

El evangelio de Amor -que enfatiza la fraternidad humana, la igualdad ante Dios, la dignidad de todo ser humano, y la responsabilidad social del hombre hacia su prójimo- no responde a la necesidad interior que ese alguien siente con urgencia.

Dicha necesidad exige algo completamente diferente, exige la seguridad de saberse superior, de saber que hace bien lo que los demás hacen mal, exige en definitiva, el saberse una especie de mascota del Gran Maestro Cósmico.

Bonaro W. Overstreet
Alertemos a los hermanitos contra este tipo de fariseos...

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