Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado... En el Nombre de Jesús, amén!
martes, 15 de enero de 2013
8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Mateo 5:8
He ahí la respuesta a por qué nadie ha visto a Dios, y por qué lo esencial es invisible a los ojos:
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