Déu Pare, dame Gracia y pone en mí el deseo de buscarte, para que al buscarte pueda encontrarte, para que al encontrarte pueda amarte, y para que al amarte pueda odiar con todas mis fuerzas, con toda mi alma y todo mi corazón, todos los pecados de los que me has salvado...
En el Nombre de Jesús, amén!



domingo, 20 de mayo de 2012

De Mateo 15:22-23a, o el Por Qué del Rechazo Inicial de Jesús...

22 Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: !!Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.
23 Pero Jesús no le respondió palabra.

Mateo 15:22-23a
Una lectura rápida y superficial del pasaje explica el rechazo de Jesús por razones étnicas: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel, lo cual en parte es cierto, pero no del todo, una vez sabemos quién es israelita.
Por tanto, cuál es la razón del rechazo inicial -aunque no definitivo- de Jesús?

La razón es que la mujer se dirige a Jesús con una motivación honesta -la enfermedad de un ser querido- pero con un medio deshonesto.
Cierto, ella es siriofenicia, pero en vez de apelar simplemente a la Misericordia del Señor, la susodicha le llama mediante un título honorífico judío: !Señor, Hijo de David!

No lo ves todavía?
Imagina la siguiente escena:
Robas en un comercio en una ciudad lejana, y te llevan a juicio por ello.
No obstante, tu abogado te avisa que el juez es paisano tuyo.
De este modo el día del juicio llevas el uniforme del equipo de fútbol de tu ciudad, y nada más ver al juez, le dices lo mucho que extrañas tu tierra, No hay lugar más hermoso sobre la tierra, eh...? preguntas sonriendo y buscando su complicidad
.

El mensaje es claro: No confías en la justicia y rectitud del juez, pues crees que puedes ganarte su favor mediante el amiguismo.

El acercamiento de la mujer es superficial y falso, pues persigue el mismo fin: decirle a Jesús lo que cree que a Jesús le gustará escuchar, de ahí el silencio del Señor.

No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel, replica el Señor, en otras palabras, si te acercas a mí en cuanto a la carne, en cuanto a la carne serás tratada, pues los israelitas no tratan con extranjeros.

Y solo entonces, solo cuando la carne es despojada de su poder, cuando la mujer no apela a la carne, sino a la pura Misericordia de Jesús: !Señor, socórreme!

Que Dios nos ayude a entender que no hay otra manera de acercarnos...