6 ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?Una de las grandes ironías del perdón, es que tan pronto dejo ir a alguien que era mi deudor, a alguien cuya ofensa me había unido indefinidamente, a alguien que era mi prisionero...
Isaías 58:6
Lo primero que me doy cuenta es que en realidad era yo quien estaba preso.
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