Leo en el Ḥullin (Talmud) que el Emperador Adriano le dijo al rabino Joshua ben Ananías, Deseo grandemente ver vuestro Dios, a lo que el rabino le pidió que mirara directamente al Sol.
No puedo, dijo el Emperador, a lo que el rabino le contestó Si no eres capaz de mirar a un siervo de Dios, cómo podrás mirar la Shekinah (la verdadera Gloria) de Dios...?
Pues eso...
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