27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.No seas incrédulo, sino creyente es en griego kai me ginou apitos alla pistos, una frase cuya traducción más precisa sería No te conviertas en alguien que nunca cree, sino en alguien que vive creyendo.
Juan 20:27
Y me temo que esto explica por qué mientras en las iglesias occidentales se recuerda a Tomás por su falta de fe, en las orientales, el apóstol recibe el nombre de Tomás el creyente.
De este modo vemos que en occidente se le recordó por su carencia humana, y en oriente por su regeneración en Cristo, lo cual se me antoja terriblemente ilustrativo de la cosmovisión de cada rama.
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