La sentencia Ecclesia Reformata, Semper Reformanda, es decir, Iglesia Reformada, Siempre por Reformar, no es una licencia para introducir cualquer novedad, tal como les gusta interpretar a los emergentes postmodernistas dicha sentencia, sino un llamado a reformar todo aquello que no se ajuste a la Palabra.Ecclesia Reformata, Semper Reformanda no es sinónimo de Todo lo Nuevo Es Mejor, ni de Renovarse o Morir, sino que por el contrario es la aceptación de nuestro estado caído, de que por muy santas que sean nuestras vidas nunca dejaremos de ser otra cosa que un pecador justificado por Gracia, es el reconocimiento expreso de la contínua necesidad que tienen un puñado de hombres débiles de ser corregidos, reconducidos, reformados, por Aquel que prometió que nos haría andar en Sus ordenanzas, guardar Sus decretos, y cumplirlos, para que le fuéramos a Él por pueblo, y Él nos fuera a nosotros por Dios...
Al fin.
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