De que en la Lucha Diaria contra Nuestro Pecado Nuestro Único Papel es la Adoración...

32 Y cada golpe de la vara justiciera que asiente YHWH sobre él, será con panderos y con arpas; y en batalla tumultuosa peleará contra ellos.
Isaías 30:32

En otras palabras, que en la lucha diaria contra nuestro pecado nuestro único papel es la adoración.

Fijaos, la manera en que el hombre natural se enfrenta a sus problemas es negando su realidad:
Dame más tv, drogas, sexo, deportes y lo que sea que me hagan olvidar -aunque solo sea por un instante- mi realidad.

Pero el modo en que nosotros confrontamos nuestros problemas, es con más realidad, es decir, dándonos cuenta del por qué y para qué entró Dios en nuestra vida.

No cerrar los ojos, abrirlos y darnos cuenta que todas las promesas y palabras de Dios son realidad.
Ahora bien, qué tiene que ver esto con lo que estaba hablando?

Mucho, pues Dios nos dice una y otra vez que las fuerzas humanas son impotentes en toda lucha espiritual, de ahí que tal como leíamos en Isaías 30:32, si Su trabajo en nosotros es mortificar nuestro pecado, el nuestro simplemente es agarrar panderos y arpas y Glorificar Su Nombre por ello.

4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6 para alabanza de la Gloria de Su Gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,
Efesios 1:4-6

En la lucha contra nuestro pecado, nuestro único trabajo es alabar la Gloria de la Gracia de Dios en nosotros, la cual nos faculta en nuestra mortificación, pero todo lo que salga de ahí es un autoengaño que niega la realidad.

12 ¿Qué pagaré a YHWH
Por todos sus beneficios para conmigo?

13 Tomaré la copa de la Salvación,
E invocaré el Nombre de YHWH.
Salmo 116:12-13

Cierto, pero cómo se aplica esto a nivel práctico en nuestra lucha diaria contra el pecado?

Primero darnos cuenta de cuál es nuestra realidad, luego aceptar nuestra impotencia en todo lo espiritual, orar para pedirle a Dios que haga en nosotros lo que nosotros somos incapaces de hacer, e inmediatamente después alabarle y glorificarle por Su victoria en nosotros, pues desde el vientre del pez, nuestra única esperanza es confiar en Aquel que llama a las cosas que no son como si fuesen.

Dios mío líbrame de la presencia del Mal que me azota cada día, dame fuerzas para vencer sobre todo aquello que me esclavizaba, haz Tú en mí lo que soy incapaz de hacer, porque Tuya es la Grandeza, el Poder, la Gloria, la Victoria y Majestad...
Y mía tu alabanza...

Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre en el nombre de Jesús, amén!