24 siendo justificados gratuitamente por Su Gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar Su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,
Romanos 3:24-25
Hace aproximadamente unos mil años, San Anselmo escribió -en su obra llamada Opera Omnia- un tratado destinado a hombres moribundos, en el que les indicaba qué palabras deberían decir en el Día del Juicio.
Ven, por tanto, mientras algo de vida permanezca en ti.Si esto no es justificación por fe, no por obras que baje Dios y lo vea.
Que tu única confianza resida en su muerte, no confíes en ninguna otra cosa. Y si el Señor tu Dios quiere juzgarte, di: 'Señor, entre Tu juicio y yo presento la muerte de mi Señor Jesús el Cristo, no puedo contender contigo de ninguna otra manera.'
Si te replica que eres un pecador, di: 'Señor, interpongo la muerte de mi Señor Jesucristo entre mis pecados y Tú.'
Si dijera que mereces la condena di: 'Señor, pongo la muerte de mi Señor Jesucristo entre mis obras perversas y Tú, y ofrezco sus méritos como aquellos que debería tener y no tengo.'
Si dice que está airado contigo, di: 'Señor, opongo la muerte de mi Señor Jesucristo entre Tu Ira y yo.'
Y cuando hayas acabado de decir todo esto, di una vez más: 'Señor, opongo a todo est la muerte de mi Señor Jesucristo entre Tú y yo.'
Nunca podemos ofrecer nuestras obras, nuestros méritos para ganar el favor de Dios en algo, pues con esto estamos diciendo que no confiamos en el único mérito que Dios mismo ha dispuesto para hacer propiciación por nuestros pecados: el Mesías hombre, el Mesías Dios, Jesucristo.
Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...
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