10 Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?Un par de reflexiones rápidas.
11 Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Juan 8:10-11
La primera es que llamada al perdón de pecados debe ir siempre acompañada de la exortación a no pecar más.
Esto no es negociable.
Y la segunda es que hay una diferencia notable entre nuestro perdón a quien nos ofende, y el perdón de Jesús.
En efecto, porque la única razón por la que la mujer adúltera no fue condenada es porque Jesús lo fue en su lugar.
Mientras meditáis en este par de cosas, dad gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...
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