Ahora, algunos judíos pensaban que la destrucción del ejército de Herodes vino de Dios, y muy justamente, como castigo por lo que le hizo a Juan, quien era llamado el Bautista.
Ya que Herodes le mató, siendo un hombre bueno, que ordenaba a los judíos a ser virtuosos, tanto en rectitud los unos con los otros, como en piedad hacia Dios, y también a bautizarse; porque el lavado era aceptable para él, si hacían uso de el, no para deshacerse de algunos pecados solamente, sino para la purificación del cuerpo, suponiendo que el alma ya estaba purificada completamente por justicia con anterioridad.
Flavio Josefo, Antigüedades, Libro 18, Capítulo 5, párrafo 2º.
Genial.
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