La intolerancia de la tolerancia, es según D.A.Carson, otra de las contradicciones del relativismo postmodernista que domina nuestra cultura.
En efecto, en el postmodernismo, la tolerancia afirma que todo indivíduo tiene derecho de expresar y defender su opinión, por muy errónea o absurda que esta le parezca a uno.
Todo es defendible, todo, por consiguiente, la tolerancia postmodernista sostiene que uno no puede decirle a nadie que está equivocado.
Ante eso hay que ser intolerante, pues la Tolerancia prohibe decirle a alguien que lo que piensa está Mal.
Esto implica que la tolerancia se aplica -no sobre indivíduos- sino sobre ideologías.
No puedes sostener que una ideología concreta está mal, de ahí que sea imperativo aceptarlas todas.
Ahora bien, en la práctica es eso verdad?
No, pues la Tolerancia acepta todas las ideologías salvo una: Aquella que propone que este concepto de Tolerancia es erróneo...
Cualquier sujeto que cuestione esta perspectiva, es descalificado como demagogo e intolerante, y según la Tolerancia, dicho indivíduo debe ser confrontado, rechazado, marginado, condenado al ostracismo más absoluto.
Las implicaciones para todo creyente son terribles pues la tolerancia relativista del postmodernismo es frontalmente intolerante ante todo sujeto que afirma que existen conceptos absolutos del Bien y del Mal, que no está bien que un nazi tenga derecho a propagar su odio, que un extremista religioso pueda hacer apología de la violencia religiosa, que un pederasta abogue por las bondades del sexo con menores, etc...
Al mismo tiempo, vemos que la incoherencia del concepto de tolerancia postmodernista es absoluta.
Exacto, para poder tolerar una idea, debes estar en desacuerdo con ella, cierto?
Sin embargo, esto no solo no es posible si abogas que en el fondo ninguna ideología está Bien o Mal, pues no hay posibilidad de desacuerdo con aquello que estás de acuerdo, sino que tampoco puede tener lugar entre todas las ideologías que están de acuerdo en que todo el mundo tiene derecho de expresar su opinión le guste a uno o no su contenido.
Y he ahí otra paradoja de la tolerancia postmodernista, pues esta es precisamente intolerante ante quien debería ser tolerante: aquellos con quienes no está de acuerdo.
Mientras meditáis en todo ello, dad gracias a Dios por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...
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