Fíjate Rents, me dijo, los que dicen ser de nuestra fe, y en realidad son incrédulos, se alejarán disimuladamente de nosotros en nuestras aflicciones, para que nosotros podamos alejarnos manifiestamente de ellos en sus alegrías...
No entiendo, respondí.
Lo que quiere decir es lo que quiere decir, oh mi espeso hermano, dijo, quien no tiene el Espíritu del Señor tendrá como primera prioridad, satisfacerse a sí mismo, cierto?
Es su naturaleza, la misma que la nuestra antes de nacer de nuevo, de ahí que evite todo aquello de nuestra fe que le es desagradable, y le guste todo aquello que a nuestra fe le es desagradable...
Oh, ya capito, dije.
Y lo anoté rápidamente en una libretita con letra clara y esplendorosa, mientras las palomas hacían currucucurrú a mi espalda...
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