El Mesías encendió en Israel una hermandad sobre un candelabro, a cuya luz se agruparon los incrédulos griegos que lo convirtieron en una filosofía mutada en institución a su llegada a tierras transalpinas.Mientras meditáis en todo esto, dad las gracias a Dios nuestro Padre por todo en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...
Con el tiempo la institución se vistió de cultura, y se expandió como un negocio que se prostituía al mejor postor.
El brillo era inexistente en una obra humana que crecía alrededor del candelabro, el cual mantenía un brillo imperceptible al ojo humano, no sea que se conviertan, y los sane.
Ni filosofía, ni institución, ni cultura, ni negocio.
El cristianismo es el resultado de la obra de Dios en la persona.
Y todo lo que se aparte de eso...
No da Luz.
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