No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.En efecto, para el cristiano, el Antiguo Pacto está abrogado no por supresión u omisión, sino por cumplimiento.
Mateo 5:17
Nuestro Mesías cumplió la Ley a la perfección, para que dicho cumplimiento se nos pudiera imputar a nosotros mediante la justificación que es por fe, no para facilitarnos el cumplirla también.
Por tanto, no contemples los 10 mandamientos como si fueran tu norma moral, pues estás bajo una Ley que contempla y supera dichos mandamientos: la Ley mesiánica, la Ley impresa en nuestros corazones, la Ley de Cristo.
Ahora bien, el marco legal bajo el cual el Nuevo Pacto en la sangre del Mesías sufriente fue ratificado, es el pacto sinaítico, y la unión entre un pacto y otro, lo determina la obediencia del Cristo al Pacto mosaico, como requisito legal para erigirse como Mediador de un mejor Pacto.
Sin cumplimiento no hay ni mediación posible, ni un nuevo marco legal.
Por consiguiente, existe una conexión entre la Ley moral mosaica, y la directriz de una vida en el poder del Espíritu, que no es la que algunos hermanos suponen.
En efecto, la muerte sustitutiva de nuestro Mesías Dios libera a todo pecador objeto de dicha redención de la maldición de la Ley, pues uno de los efectos de dicho sacrificio sustitutivo es la muerte del cristiano a la Ley mediante la unión al cuerpo de su Mesías Dios, de acuerdo a las normativas legales de la Ley mosaica.
En resumen, la muerte de nuestro Mesías Dios -la cual establece un Nuevo Pacto en su sangre- solo puede ser entendida como resultado del cumplimiento de unas exigecias legales mosaicas, que no son norma de vida para todo aquel que -como resultado de ser objeto del Nuevo Pacto- anda en el poder del Espíritu.
Mientras meditáis en todo ello, dad gracias por todo a Dios nuestro Padre, en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo...